Las redes sociales se han convertido en un escaparate para personas con diferentes talentos, artistas y personalidades públicas. Pablo Soto era consciente de ello y transformó su pasión por la meteorología en amor por explicarla a través de Internet, una decisión que le ha convertido en un perfil con un cierto peso en las redes sociales y en el que los seguidores se han ido acumulando hasta sobrepasar los 2.000 con mensajes, eminentemente, del cielo de Cádiz.
En declaraciones a Europa Press, Pablo Soto ha explicado que su pasión por la meteorología se debe a que "de pequeño" le "impresionaba ver que si ponían el símbolo de la nube en la tele, al día siguiente se nublaba, para mí era magia y pensaba que el hombre del tiempo era quien 'montaba' el cielo al día siguiente".
Además, otorga una importancia especial a las redes sociales porque, gracias a su llegada, pudo "empezar a seguir a científicos y entender los mapas, no solo los del tiempo, sino el paso previo por el que estos se generan".
Gracias a Internet, el joven influencer gaditano ha encontrado el amor por la meteorología y, también, por explicarla. "Mirando a las nubes uno nunca se aburre", ha argumentado Soto, que ha añadido que le gusta "dirigir el mensaje de forma fácil y entendible para todos sin, por ello, dejar atrás los tecnicismos propios que conlleva la meteorología".
En cualquier caso, ha reconocido estar "sorprendido" por el hecho de que el perfil tenga su nombre personal y acumule más de 2.500 seguidores, algo por lo que ha asegurado estar "muy agradecido".
En este sentido, Soto ha explicado que "todo empezó hace ocho años", cuando decidió hacerse un perfil en Twitter. "Llegó la primera gran pregunta", ha detallado. "¿Qué es algo cotidiano, diario y de interés general? El tiempo, y así empezó todo", ha subrayado.
Soto ha llegado, incluso, a colaborar con una empresa de meteorología de Estados Unidos. Sobre ello, ha declarado que "fue una experiencia de unos meses en los que colaboraba explicando la situación de escasas lluvias en España y una irrupción que ocurrió en agosto hace años y dejó registros de temperatura mínima y precipitaciones con barro en Cádiz que fueron de lo más raro y peculiar".
En cuanto al cambio climático, ha argumentado que "la preocupación por la sequía viene de la primavera y el otoño, sobre todo esta última, porque es la estación del año más lluviosa en la provincia y la escasez de lluvia cuando toca que llueva es especialmente preocupante".
De esta forma, Soto ha señalado que "otro aspecto a tener en cuenta es cómo cae esa lluvia" porque "los eventos violentos de lluvias torrenciales como el episodio de lluvias ocurridos recientemente en la costa de Huelva, en especial Lepe, son muy dañinos para el terreno, ya que destrozan el suelo, y también para la costa, porque enturbia y deriva todo tipo de sustancias químicas procedentes de la agricultura hacia el mar".
Por otra parte, sobre el riesgo de un posible tsunami en las costas de la provincia, ha afirmado que "el riesgo está ahí y se sabe", aunque ha matizado que "el cuándo sucederá es algo que no se puede determinar a día de hoy", pero "la tierra suele mandar mensajes antes de un gran cataclismo, como por ejemplo un enjambre de terremotos previos a una erupción volcánica".
Para ello, "el Estado cuenta con boyas de monitorización de altura de ola en el golfo que detectarían un tsunami en camino, aunque el tiempo de reacción sería de una hora escasa y en una ciudad como Cádiz, tan angosta y con tan solo tres salidas, una de ellas paralela a la playa, lo más seguro sería subirse a una azotea alta y esperar que pase lo peor".
Por último, y a pesar de la notoriedad que ha adquirido en las redes sociales, Soto le ha restado importancia argumentando que "está muy bien tener cierto peso pero no hay que olvidar el factor humano". Y es que, gracias a las redes sociales, ha explicado que ha tenido la oportunidad "de conocer a personas que aportan muchísimo diario" y que "conocer a personas de muchos puntos de la península te da esa oportunidad de visitarlos cuando se viaja".
