Eva presentó el 7 de noviembre de 2018 el primer escrito ante la Gerencia Territorial del Catastro de Cádiz solicitando la rectificación del error cometido, parece ser en el año 2010, de asignación de superficie construida del apartamento de propiedad de su madre en la Urbanización Atlanterra Pueblo. Hoy, casi tres años después, no ha resuelto el problema y se ha visto obligada a recurrir al Tribunal Económico-Administrativo Regional de Andalucía.
Concretamente, la afectada sostiene que el Catastro asigna 112 metros cuadrados más como superficie construida, que figura como otros usos. Sin embago, ese espacio corresponde a unas terrazas totalmente descubiertas, una de unos 78 metros y otra de 32, sin que se hubiera producido alteración alguna en el inmueble desde su construcción. Eva se remite al documento de la Agrupación de Segregaciones Declaración de Obra Nueva y División en Régimen de Propiedad Horizontal, firmado en Sevilla en el año 1989, donde se puede confirmar que, efectivamente, nada ha cambiado en el apartamento desde su entrega.
El Catastro requirió ampliar información en septiembre de 2019, casi un año después y, una vez entregada la documentación pertinente, resolvió no inscribir la alteración catastral por no aportar planos a escalas o acotado del inmueble.
“No tiene sentido”, lamenta Eva, quien considera que todo es mucho más sencillo. “Basta con comprobar los datos catastrales anteriores y posteriores a la revisión de 2009-2019 en Tarifa”.
Se da la circunstancia, además, de que, de las 180 viviendas de la Urbanización Atlanterra Pueblo, el 98% tiene errores significativos en las superficies, como terrazas que se cambiaron en almacén, terrazas por locales, terrazas que se cambiaron a otros usos o zonas ajardinadas que figuran como porche. El propio Catastro ha reconocido la falta de concordancia entre la descripción catastral y la realidad inmobiliaria en una treintena de casos a raíz de una denuncia de la Asociación de Vecinos de Atlanterra al Ayuntamiento de Tarifa en agosto de 2017, que se remitió igualmente al Catastro con posterioridad. De manera que los afectados, que estaban abonando un IBI mayor que el que le correspondía, consiguieron recuperar lo pagado en exceso.
En la denuncia, los vecinos también apuntaban el agravio comparativo entre los propietarios de viviendas y algunas de las empresas de hostelería y de construcción en la zona, como el local de Grupo Q y el restaurante Hoyo 19, que, advertían tenían mal adjudicados el coeficiente de antigüedad en el Catastro, figurando año 2002 cuando en realidad es de 2013.
Hay otros ejemplos. De acuerdo a los datos que manejan, el Hotel Apartamento Playa de la Plata, inaugurado en 2019, tiene asignado una superficie total construida de 3.754 metros cuadrados, cuando el proyecto presentado al Ayuntamiento de Tarifa declaraba 2.960,80. Desde abril de este año hay abierto un expediente por parte del Catastro.
En el caso del Hotel TUI Blue Zahara Beach, aparece como solar, con cero metros cuadrados construidos, pese a que el establecimiento abrió sus puertas hace dos años.
Eva no se rinde y confía en que el Tribunal Económico-Administrativo Regional de Andalucía le dé amparo, aunque admite su frustración porque, además, en el mejor de los casos, su madre solo recuperará los últimos cuatro años de exceso de cobro.
Propietarios de la Urbanización Mar de Plata también se rebelan
La victoria de los vecinos en su guerra contra la Gerencia Territorial del Catastro de Cádiz y las consecuentes devoluciones de cobro excesivo no solo se celebra en la Urbanización Atlanterra Pueblo, con al menos una treintena de expedientes resueltos. En menor medida, también han conseguido rectificaciones en los últimos años por los errores en los registros de la superficie construida, lo que comporta un recibo mayor de IBI, entre las más de 500 viviendas de la Urbanización Mar de Plata.