Un informe de la empresa concesionaria del servicio de aguas en Arcos arroja luz a las dudas vecinales sobre la turbidez que viene manifestando el agua potable durante las últimas semanas en los hogares. Según Aqualia, estas incidencias se deben a la gran cantidad de cal que presenta el agua suministrada. Esta agua, que es captada en pozos profundos, presenta una dureza muy alta al contener una alta concentración de sales de calcio, que van precipitando y acumulándose en los depósitos de almacenamiento y regulación y en las redes de transporte y distribución de la misma. Cada vez que se produce una variación en la velocidad del agua, como ocurre en el caso de los cortes de suministro para la reparación de averías o los motivados para la limpieza y desinfección de los depósitos, se produce desprendimiento y arrastre de la cal acumulada en las redes.
Al hecho de que diariamente hay que proceder a cortar el suministro en distintas partes de la localidad, debido al gran número de averías que se producen, actualmente se está realizando la limpieza y desinfección de los principales depósitos del núcleo de Arcos, a la que está obligada la empresa en cumplimiento de la legislación sanitaria. Hasta la presente, las analíticas realizadas a las muestras de agua, tomadas en los distintos puntos de muestreo repartidos en las diferentes infraestructuras que componen el sistema de Servicio municipal de Aguas, han resultado positivas de cara al consumo. Aqualia asegura tener establecida una planificación anual de purgas y limpieza de tramos finales de redes. Cuando tiene conocimiento de que algún usuario ha detectado un aumento de la turbidez del agua, se procede a realizar purgas de los tramos de red más cercanos a la finca donde se ha observado la incidencia, a través de desagües, hidrantes y bocas de riego e incluso de acometidas.
Con estas purgas se produce el arrastre de los sedimentos depositados en la red, pero debido a la gran cantidad de cal existente, que llega incluso a cegar por completo las tuberías, es posible que pueda producirse el efecto contrario al deseado, incrementándose los desprendimientos de las partículas de cal en tramos alejados del punto donde se efectúa la limpieza y que más adelante acaban dando la cara en las instalaciones de los usuarios, admite la empresa.
Desde el Ayuntamiento, su alcalde reconoce las quejas vecinales y pide paciencia y comprensión por esta situación que no es deseable para nadie. A los partidos que han criticado esta situación les responde que desde un principio ha estado pendiente al problema y que por tanto no ha habido dejadez. También se lamenta de que se utilice este asuntos para arremeter contra el equipo de Gobierno.
