En la tarde de ayer el Hospital Comarcal daba la bienvenida a Francisco Ballesteros García, el primer serrano nacido en 2022. Hijo de Francisco y Patricia, el pequeño llegaba al mundo en torno a las 17:42 horas, tras un parto largo pero que, afortunadamente se dio sin incidentes reseñables.
La llegada del pequeño Francisco estaba prevista para el Día de Reyes, pero su nacimiento ha resultado ser una especie de regalo navideño entregado antes de tiempo para sus padres, que han vivido este momento con “mucha expectación y emoción”.
“Mis expectativas se basaban en lo que me decían los amigos. Además, mi hermano tuvo un hijo hace un mes, pero, por mucho que te lo cuenten hasta que no lo vives y lo ves asomar, lo sientes en tus brazos; no sabes lo que es… Es indescriptible”, rememoraba hace unos minutos Francisco.
Sobre Patricia, Francisco nos cuenta que se encuentra bien: “Ella es una mujer muy fuerte. Al principio tranquila, aunque es verdad que, sobre todo, a la hora de ponerle la anestesia se veía más nerviosa, pero al final ha salido todo bien, yo no lo podría haber hecho ni en sueños. Está un poco más molesta, convaleciente porque se le está pasando el efecto de la anestesia, pero bien”.
Los padres han reiterado su agradecimiento a todo el equipo de sanitarios que ha hecho posible que el nacimiento de Francisco se haya producido según lo previsto.
La pareja reside en Benadalid, de donde es natural la madre, mientras que el padre procede de la localidad jienense de Alcaudete. Él admite que ser padre en el medio rural es todo un reto en el contexto actual: “La verdad es que estoy acostumbrado a un pueblo más grande y me causó un gran impacto llegar aquí. Si buscas tranquilidad la vas a tener y, en cuanto a trabajo, te tienes que mover. Lamentablemente, en la sierra las oportunidades escasean, a diferencia de en la costa. Yo estoy contento, porque es un niño más y da pena andar por el pueblo y ver a cuatro chiquillos por ahí sueltos y, sobre todo, para rejuvenecer la Serranía que la verdad es que hace falta”.
Finalmente, el padre primerizo confiesa que la administración podría movilizar mayores recursos para potenciar la natalidad y frenar el envejecimiento de la población que va agravándose en los últimos años de la mano del despoblamiento que padecen, especialmente, las localidad del interior.