Si eres amante de las croquetas, espero que ayer lo hayas celebrado por todo lo alto. El ya pasado día 16 de enero se conmemoró el Día Mundial de este manjar de la gastronomía española.
Una buena croqueta de puchero es un sí en cualquier momento, pero la versatilidad de este plato llega mucho más lejos. En la ‘Croquetería Tabaibar’ ofertan más de 20 variedades diferentes.
La idea de convertir esta elaboración en la joya de su carta surgió de la “innovación” de uno de uno de los hijos de los propietarios y de las ganas “de hacer algo distinto”.
Así lo recuerda Antonio Mármol, quien regenta junto con su mujer este local en Málaga capital desde hace 10 años, aunque son muchos más los que llevan trabajando en la restauración. El pequeño de sus dos hijos, cocinero profesional, cuando terminó estudiar, quiso darle un aire fresco al típico bar de barrio de sus padres, de menú, tapas y raciones. “Él como mente innovadora, que acababa de terminar de estudiar cocina, me planteó la posibilidad de hacer algo diferente. Se le ocurrió la idea, empezó a trabajar en ello y fue haciendo las distintas recetas”, cuenta orgullo Antonio.
Empezaron con una variedad de 10 croquetas y hoy día ya cuentan con 23 variedades, 20 saladas y tres dulces.
Las hay clásicas como las de puchero, pollo y jamón serrano, que nunca fallan. Pero también las hay más innovadoras, de salchichón de Málaga, morcilla de Ronda con pimientos verdes, de cordero, solomillo al Pedro Ximénez o de salmón y queso.
Pero la cosa no queda aquí. De postre hay croquetas dulces de chocolate, arroz con leche y galleta oreo.
“La croqueta admite cualquier sabor sabiéndola hacer”, asegura Antonio. Y para hacerla bien la clave está en la “bechamel”, en una “materia prima de primera calidad” y en “echar la cantidad de producto necesario, no puedes echar menos pero tampoco puedes echar más, para que el sabor sea justo”.
De la extensa carta no hay una gran favorita: “La mayoría de los clientes van probando, van anotando y cada una va haciendo su lista de favoritas”.
En devorar un plato de croquetas se pueden tardan apenas unos minutos, pero elaborarlas no es tan rápido, “las hacemos de una forma muy artesanal, desde que se empieza hasta que se termina y se meten en los congeladores se tardan unas 3 horas”.
Aunque cuando hablamos de croquetas la gran mayoría nos acordamos de las que nos hacían nuestras abuelas.
