El Ayuntamiento de Morón de la Frontera (Sevilla) ha adjudicado a la empresa Coinpla del Sur por 18.468 euros y por un plazo de un año un contrato con el que poner coto a la plaga de palomas y estorninos que está afectando a monumentos y jardines históricos de este municipio de la Sierra Sur.
En el caso de las palomas, éstas están provocando un "problema" serio en edificios como la Iglesia de San Miguel, del siglo XVI y conocida como la catedral de la Sierra Sur, la Iglesia de la Compañía, el teatro y la biblioteca municipales y la Casa de la Cultura, explica a Europa Press el delegado de Medio Ambiente del Consistorio moronense, Ignacio Cala (PSOE).
En el caso de San Miguel, de hecho, las palomas han vuelto a instalarse después de la rehabilitación que se le hizo al edificio y que llevó aparejada la adopción de medidas con las que disuadir a las palomas. Cala reconoce que en este valioso edificio está "uno de los principales focos".
Pero no solo hay cientos de palomas en el Centro de la ciudad. En las zonas más periféricas también sufren el problema. Es el caso de la barriada del Pantano, donde una antigua fábrica de tejidos en desuso acoge a "millares" de palomas "sin control". Idéntica situación se da en la estación de tren, ubicada en los alrededores de la fábrica de Camacho.
Ante esta realidad, el Ayuntamiento ha decidido ponerse en manos de una empresa especializada para "controlar" a la colonia de palomas mediante la instalación de jaulas y piensos anticonceptivos. Una vez que las palomas sean capturadas, personal veterinario se encargará de comprobar si están sanas para su suelta en zonas donde "no molesten" o su sacrificio.
Además de las palomas, en el jardín histórico de La Carrera, el Ayuntamiento busca una solución para una plaga de estorninos que "impiden el uso del parque" por los niños. "Tenemos a dos personas limpiando permanentemente" pero sin que sirva para mucho, reconoce el delegado de Medio Ambiente.
En el caso de los estorninos se trata de una especie protegida por lo que las medidas que se adoptarán serán "disuasorias", mediante el uso de aves rapaces con las que conseguir ahuyentarlos del parque para que aniden en otro lugar.
El contrato ya se ha firmado y en el plazo de quince días arranca el trabajo de muestreo que hará la empresa para conocer con exactitud el número de palomas y estorninos que hay en la zona en la que se intervendrá. Antes de la instalación de las jaulas, el Ayuntamiento hará una campaña para informar a los vecinos de lo que se va a hacer en los próximos meses.