Unos 200 antiguos combatientes abandonaron ayer el campo de Sindhuli, unos 150 kilómetros al sureste de la capital nepalí, en una ceremonia con la que arrancó la salida de los ex combatientes, precisó a Efe el comandante guerrillero Nanda Kishore Pun.
El proceso se está llevando a cabo bajo la mirada de un equipo de la Misión de la ONU en Nepal (Unmin), que también se encargará de revisar las salidas en el resto de campamentos durante los próximos 40 días.
En ese plazo, los 4.008 ex guerrilleros que quedaron fuera del proceso de integración en las fuerzas de seguridad del país tras el fin de la guerra en 2006 deberán abandonar los campos e iniciar su reinserción social.
En diciembre de 2007, la Unmin, encargada de supervisar el proceso de paz, confirmó a casi 20.000 antiguos guerrilleros para su integración en las fuerzas de seguridad del país, mientras que 4.008 quedaron descartados por ser menores de edad o haber sido reclutados con posterioridad al alto el fuego.
“Aquellos que abandonaron hoy (por ayer) el campo de Sindhuli ya no son miembros del Ejército de Liberación Popular” (guerrilla maoísta), dijo Pun.
En una conversación telefónica desde Sindhuli, el comandante precisó que en el recuento llevado a cabo por la ONU en diciembre de 2007 se cifró en 372 el número de combatientes que debían abandonar este campo, aunque hoy solo fueron 207 los ex guerrilleros que salieron.
Según la prensa local, se desconoce exactamente cuántos guerrilleros, de los más de 4.000 registrados por la ONU, permanecen todavía en los campos, ya que algunos de ellos podrían haberlos abandonado antes del inicio oficial del proceso.
En opinión de Pun, entre los combatientes que han dejado Sindhuli se mezclaba hoy la alegría con la tristeza.
“Aquellos que salieron hoy estaban felices”, dijo Pun quien aclaró que es un sentimiento “natural” experimentar tristeza en la despedida después de haber "luchado juntos durante tanto tiempo”.
El Gobierno de Nepal y la antigua guerrilla maoísta acordaron a mediados de diciembre de 2009 la salida de los ex combatientes de los campos, tras lo cual comenzará un programa de rehabilitación y supervisión con el objetivo de que no se impliquen en actividades militares.
Como parte del programa, la Unmin ha ofrecido cursos para enseñar oficios y educación hasta secundaria, aunque Pun, se mostró cauto y aseguró que las ayudas a los ex guerrilleros todavía están siendo discutidas.
“Hoy (por ayer) es el primer paso en el regreso a la vida civil de miles de nepalíes que han estado viviendo acantonados desde 2006. Esta ceremonia es un hito importante en el proceso de paz en marcha y acelerará, esperemos, los otros pasos previstos en el acuerdo de paz”, según dijo el coordinador de Asuntos Humanitarios de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Nepal, Robert Piper.