Recuerdos de vinilos antiguos, la unión de Sudamérica con el sur gaditano y de su flamenco. Todo ello se encuentra en el nuevo disco de Clara Montes, la madrileña afincada en Cádiz, Retratos de una vida entera.
Poco más de una semana de vida tiene su disco ‘Retratos’, ¿cómo está siendo la aceptación?
–Yo creo que bien, estoy contenta porque dadas las circunstancias en las que sale todo y tantas veces que hemos intentado sacarlo y se ha echado para atrás por la situación que nada, ahora veo buena aceptación, sobre todo es algo que se ve por las redes, por las entrevistas.
Muy presentes en este nuevo disco están temas como la melancolía o la ausencia con temas como ‘Lloraré por vos’ o ‘Enséñame a perder’, ¿cómo llega la inspiración para estos temas?
–Eso son situaciones que he podido vivir y que se quedan dentro de ti y muchos años después sale la letra y el poder contarlo, pero al principio es una cosa tuya. Esas dos en concreto son una despedida y son historias que, por la generación mía y mi edad, de ver a mucha gente que se separa, que se dice adiós… todo eso hace que me apetezca poder contarlas.
¿Cómo llega el flamenco a su vida?
–Cuando yo empiezo a cantar lo hago en un cuadro de baile de flamenco en Madrid y el maestro de guitarra que yo tenía, Andrés Batista, me animó a que me pusiera de cantaora del cuadro de baile profesional que ellos tenían y ahí es cuando empiezo a cantar. Mis padres andaluces y todos con una querencia de la tierra… siempre ha sido la música raíz mía, aunque luego he vivido en Sudamérica, Estados Unidos… todos esos estilos te marcan mucho y te empapas de las músicas de cada lugar.
En cuanto a la corriente del mismo, ¿decide usted por el flamenco más clásico o prefiere ahondar en la vanguardia?
–Bueno, yo creo que el flamenco es una música que está siempre en crecimiento y en evolución, la palabra es evolución. Al principio lo que me gustaba más era el tablao y lo rancio, las voces de Caracol, Antonio Mairena, La Niña de los Peines… eran mi fin, donde yo miraba, pero ha venido gente increíble que ha aportado muchísimo y a mí me gusta todo lo que está bien hecho, por lo que muchos de estos nuevos movimientos también me gustan.
Usted nace en Madrid, pero actualmente reside en Cádiz, ¿cómo influye este rincón de Andalucía en su música?
–En todo, es una forma diferente de vivir… la ciudad de Madrid es mucho más encorsetada. Ahora con la pandemia se ha visto mucho más. Yo creo que los artistas somos esponjas de donde vamos, de donde estamos. Algo me tiene que quedar, porque yo necesito estar en este mar, desde niña mis padres han venido a la costa de Andalucía y para mí es esencial para inspirarme.
Cantaba Carlos Cano que La Habana es Cádiz es con más negritos… ¿qué conexiones musicales hay entre Sudamérica y nuestro sur?
–Totalmente, hay muchas conexiones. Yo admiro muchísimo a Carlos Cano además y los cantes de ida y vuelta son unos cantes muy de allí y muy de aquí. Las alegrías de Cádiz también suenan mucho a los cantes de allí… hay muchas conexiones.
Unas conexiones musicales que llegan hasta su nuevo disco ‘Retratos’. ¿Por qué están tan presentes en él?
–Aparte de que viví allí y eso me marcó muchísimo porque además viví en un momento en el que salía de la adolescencia y empecé a cantar allí, mi padre desde pequeña siempre ponía mucha música sudamericana en casa. Ponía flamenco y de pronto te plantaba un disco de Toña la Negra contando sentimientos desgarradores a través detangos y boleros y eso ha formado parte de mí. Pocos se han dado cuenta de esos toques sudamericanos que son tan especiales para mí y me alegra que me lo comentes. En cierta manera este es el disco más personal, es algo muy típico y un recurso muy básico, pero es la primera vez que hago un disco escrito, grabado, producido todo por mí, y son canciones que algunas están escritas desde hace tiempo y estaban guardadas para que llegara el momento justo.
Ahora que vives aquí y la palpas cada día, ¿qué le falta a la provincia de Cádiz para que sus artistas no tengan que irse fuera para triunfar?
–Yo creo que hoy en día eso está empezando a ser diferente gracias a que el mundo se está más globalizado, es todo más inmediato. Afortunadamente ya no existe tanto y Cádiz es una cantera de artistas en todos los ámbitos. Se dice mucho pero no es normal la cantidad de artistas que salen de aquí, algo mágico, telúrico debe tener Cádiz para que la gente tenga una magia especial. Se necesitan trampolines, pero para que te vea más gente hay que irse a las capitales, pero afortunadamente se está quitando eso pero aún así, yo que me vine aquí por elección a veces tengo que ir a la capital.
