La comunidad marroquí de Alcalá la Real ha realizado en la mañana de este sábado, 19 de febrero, una marcha para pedir “justicia” por el crimen de la joven Khawla Elhaiba, cuya muerte tenía lugar en la noche del pasado martes, 15 de febrero. Unas decenas de personas, la mayor parte de ellas de la mencionada nacionalidad, pero entre las que también han estado presentes algunos vecinos que se han sumado de forma espontánea a la misma, han llegado a la céntrica plaza alrededor de las doce del mediodía, portando pancartas, muchas de ellas con la imagen de la adolescente. Siempre en actitud pacífica, se han trasladado luego ante la Casa Consistorial.
Hakima Zeroil, la madre de la pequeña Khawla, ha tomado la palabra para asegurar que su hija, de 14 años, “era una chica que quería ser profesora de universidad, que tenía el sueño de llegar muy lejos; quería cambiar no solo la vida de ella sino también la mía. Y en un minuto, le quitan la vida. Pedimos al Gobierno, a la Justicia, que se pudra en la cárcel, porque era una niña y ha ocurrido aquí, pero mañana puede ocurrir en Castillo, mañana en Jaén, otro día en Murcia, otro día en Marruecos. Todo el mundo se tiene que levantar por esto”.
La indignación y la emoción se han alternado a partes iguales entre los presentes, pero siempre desde el respeto y la moderación. Al término de la concentración, los presentes se han congregado en círculo, en el centro de la plaza, y han rezado una oración, al tiempo que han depositado carteles con la imagen de la pequeña Khawla y flores sobre el suelo, mojado en esta gris mañana.
Rafik Es Soufi: “Solo pedimos justicia”
En declaraciones a Alcalá la Real Información, Rafik Es Soufi, primo hermano de Hakima, ha asegurado que “el sentido del acto de hoy ha sido el de aprovechar un día que no es laborable, lo que nos ha permitido a los que no hemos podido estar en los días previos, poder estar hoy aquí. Lo único que queremos mostrar es nuestro dolor. Solo pedimos justicia, que se aplique la Constitución y se aplique la ley igual para todos, sea inmigrante o no. Muchos de nosotros somos campesinos, gente que trabaja en el campo que ni siquiera conoce nuestros derechos. Por tanto, tampoco queremos que se aproveche nadie de esos flecos, que nosotros no entendemos”.
Soufi ha aprovechado también para pedir que “si hay alguna asociación de protección al menor, que nos ayuden, que nos asesoren sobre a dónde tenemos que acudir, el procedimiento, cómo se lleva un caso de esta magnitud”.
La repatriación, la próxima semana
Rafik ha confirmado también que el cuerpo de Khawla aún no ha sido repatriado. Ayer avisaron de que ya lo podíamos recoger, y estamos en contacto con la funeraria. “Por el ritual musulmán, tiene que pasar por una mezquita, hacer un rezo por su alma, y esto, en principio, será el lunes. Se buscará un lugar un poco amplio para poder realizarlo. Posteriormente, será repatriado a Marruecos”, ha precisado.
Khawla Elhaiba, a su madre: “Tú te sacrificas por mí, yo te recompensaré”
Khawla era una chica “noble y buena”. Así la han definido sus familiares. Según el testimonio de Rafik, le había dicho a su madre: “Tú ahora te estás sacrificando por mí, pero yo algún día te lo pagaré. Estoy luchando para ser mañana una profesora de universidad. Te compraré una casa, un coche. Te recompensaré”. Por desgracia todos esos sueños, los de ella y los de su madre, se han visto truncados. Hakima regresará con el cuerpo de su hija, previsiblemente el miércoles o el jueves, según han confirmado los familiares. Volverán al pequeño pueblo de Beni Ayat, una comunidad rural del interior de Marruecos, desde donde Hakima emigró a España hace dieciséis años y donde Khawla descansará ya para siempre.
