El portavoz adjunto del Grupo Popular en el Congreso Mario Garcés no sólo se declara "satisfecho" del acuerdo que el PP ha sellado con Vox para crear un Gobierno bipartito con Vox en Castilla y León, sino que, además, lamenta que se "perdiera el tiempo" con "dudas" sobre esa alianza cuando, desde su punto de vista, es el "pacto natural".
Así lo ha expuesto en una entrevista al programa 'Parlamento' de RNE, recogida por Europa Press, en la que se muestra convencido de que el primer Ejecutivo con consejeros 'populares' y Vox será "un buen gobierno" y de que esa coalición será "positiva" en una comunidad que, ha remarcado, es "muy conservadora sociológicamente".
"Yo estoy satisfecho, creo que había que haberlo hecho antes; creo que cuando en algún momento dudamos, en esta anterior etapa política que hemos pasado, de si podía haber un pacto con Vox en Castilla y León era perder el tiempo", ha explicado, dos días después de que le todavía líder del partido, Pablo Casado, presumiera al despedirse de sus homólogos del Partido Popular Europeo de su negativa a pactar con la extrema derecha.
Garcés sostiene que había que "naturalizar" antes ese pacto con Vox y se ha jactado de haber logrado que los de Santiago Abascal hayan "entrado en la disciplina del Estado autonómico". "Bienvenido al autonomismo", ha ironizado, incidiendo en que según su análisis, no es que el PP haya "asumido" que tiene que pactar con Vox, sino "sobre todo" ha sido Vox el que ha dado el paso de "entrar un Gobierno" autonómico.
Preguntado si el PP se ha podido equivocar, ha subrayado que han tomado la decisión "responsablemente". "Confío mucho en el presidente (Alfonso Fernández) Mañueco y en que el acuerdo programático con Vox se cumpla. No debería ser una fuente de problemas, pero bueno, la política no es falible ni infalible, sino que veremos cómo evoluciona", ha apuntado.
INSTITUCIONALIZAR A VOX
Garcés da por hecho que el PSOE "va a utilizar esa pieza como motivo de confrontación", pero ha indicado que, más que para movilizar a la izquierda quizá ese acuerdo sirva para conseguir que Vox "poco a poco" vaya "entrando en la normalidad el Estado autonómico" y en propuestas "sensatas". "A lo mejor, lo que hemos conseguidos es institucionalizar a Vox y de esa manear conseguir algo que nadie pensaba que pudiéramos hacer", ha dicho.
Respecto a si se puede esperar algún cambio en la manera de hacer oposición del PP al Gobierno de coalición tras la futura elección como líder del gallego Alberto Núñez Feijóo, el diputado por Huesca ha afirmado que los 'populares' no pueden "jugar al apaciguamiento sistemático de la oposición que pretende el PSOE".
A su juicio, esa petición de "arrimar el hombro" es un "ejercicio de anatomía que el PSOE hace constantemente" pero "la oposición es la oposición". Por eso avala el tono que empleó el pasado miércoles la portavoz del Grupo Popular y coordinadora general del partido, Cuca Gamarra, cuando acusó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de escudarse en la guerra de Ucrania para justificar la inflación.
"Adoptamos el tono que teníamos que adoptar porque somos la alternativa de gobierno. Hemos vivido unas semanas convulsas, pero la posición tiene que ser siempre una oposición contundente en el fondo y, en la forma, cada uno podrá decidir lo que tenga que decidir", ha agregado.
Por último, Garcés se ha referido al desacuerdo entre el PSOE y Podemos por el envío de armas a Ucrania, un episodio que, según su análisis, ha evidenciado, que ni las ministras 'moradas', Ione Belarra e Irene Montero, ni la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, "conservan ya la legitimidad".
EVOLUCIÓN, INVOLUCIÓN, MANUTENCIÓN
"Díaz es una mujer que ha ido perdiendo su legitimidad política originaria por evolución", ha reiterado, remarcando que la figura fuerte de Unidas Podemos en el Ejecutivo no defiende "lo que piden las bases de Podemos".
Y, para Garcés, tanto Belarra como Montero han ido "perdiendo legitimidad por involución y manutención en el ministerio" porque "ser coherente dentro del Gobierno contra el propio Gobierno no tiene ningún sentido".
En cualquier caso, el dirigente 'popular' no ve una posible ruptura del Ejecutivo de coalición por la discrepancia sobre la guerra porque ninguno de ni Belarra, ni Montero ni tampoco el titular de Consumo y líder de IU, Alberto Garzón, "son precisamente prototipos de coherencia".