La capital de España fue escenario el pasado domingo de una concentración histórica en defensa del campo y del medio rural en la que participaron unas 800.000 personas procedentes de todos los puntos del país. El 90% de estos ciudadanos eran cazadores. Y entre ese extenso grupo, que se distinguían del resto por portar chalecos naranjas, se encontraban alrededor de un centenar de vecinos de Ronda y otros municipios de la comarca (como Benaoján, Montejaque o Cortes de la Frontera) que se desplazaron en dos autobuses para defender la práctica de la caza ante las políticas que está impulsando el Gobierno central y que afectarían al desarrollo de su actividad.
“Queremos que nos saquen de esa ley porque no se puede comparar un animal que se encuentra todo el día encerrado en un piso, por ejemplo, con uno de nuestros perros”, asegura Juan Antonio Medina, presidente de la Sociedad de Cazadores El Tajo, refiriéndose al Anteproyecto de Ley Protección, Derechos y Bienestar de los Animales.
Los cazadores denuncian que esta normativa trata por igual a los animales domésticos, a los de caza y a los de la fauna salvaje, de manera que podría suponer el fin de esta actividad. Por ejemplo, el texto legislativo contempla como un delito penal, con hasta seis años de cárcel, el maltrato de cualquier animal vertebrado.
“Respetamos a los animalistas y nos parece muy bien que impulsen esa ley, pero que no nos incluyan porque nos acusan de maltrato cuando no es cierto. Nosotros ni les pegamos a los perros ni los abandonamos” apunta Miguel Ángel Heredia, miembro de la asociación. Este colectivo rondeño cuenta en la actualidad con un centenar de escopetas, pero en el conjunto de la Serranía podrían superar las 2.000, según estos cazadores.
“Es una actividad que mueve miles de millones de euros al año. Lo sabemos porque pertenecemos a la Federación Andaluza de Caza. Y hacemos una gran contribución a la conservación del entorno. Tal es así, que recibimos la Medalla de Andalucía al Mérito Ambiental el pasado mes de febrero”, recuerda Medina.
“No recuerdo haber visto a ningún animalista en pleno mes de agosto llevando trigo o agua a los pájaros perdices. Nosotros sí lo hacemos y criamos a conejos de los que se benefician otros animales, y todos convivimos en armonía”, defiende Heredia.
Estos cazadores también lamentan que, a pesar de su contribución, no reciben ningún tipo de ayuda económica a diferencia de otros colectivos y cada día cuentan con más trabas.
Tanto Juan Antonio como Miguel Ángel se han mostrado en contra de que en algunos medios de comunicación hayan intentado politizar esta cuestión ya que, aseguran, nada tiene que ver la ideología. Se trata, dicen, de una actividad que realizan hombres y mujeres, adolescentes y personas mayores, sin importar el partido al que voten.
No obstante, celebran que la convocatoria de Madrid haya sido un éxito, la cual, además, se desarrolló de manera pacífica, sin ningún tipo de altercado. “Eso también dice mucho de nosotros”, añade el presidente de la sociedad rondeña, “porque ahí se demuestra que somos gente pacífica, que no le hacemos ningún mal a nadie y que volveremos a salir a la calle si es necesario”.
