El Lunes Santo desde la parroquia de Nuestra Señora de la Merced ha materializado el deseo unánime de cofrades y jiennenses en general de ver en la calle a las imágenes de la Ilustre y Franciscana Cofradía del Santísimo Cristo de las Misericordias y Nuestra Señora de las Lágrimas, como culmen de un 2022 en el que se conmemora el 75º Aniversario de la primera salida procesional.
Fue un 31 de marzo de 1947 y este Lunes Santo, once días después y 75 años más tarde, la Cofradía de Los Estudiantes ha salido en procesión en un Lunes Santo histórico por la recuperación de la manifestación pública de fe por la capital, tras dos años de paralización por la pandemia del Covid-19.
El templo mercedario fue punto de encuentro por la mañana de cofrades y representantes de hermandades de Pasión, que realizaron ofrendas florales como gesto de respeto. Por la tarde, desde horas antes de la apertura parroquial, en la Plaza de La Merced no cabía nadie más, tampoco en sus balcones y calles aledañas, ante las ganas de ver en procesión a dos imágenes que representan la devoción cofrade en mayúsculas.
La salida fue muy emotiva y entre los jiennenses congregados afloraron emociones alimentadas por un ambiente de celebración por el momento más esperado de un año en el que el Cristo de los Estudiantes ha sido protagonista (Exposición ‘Misericordia Crucifixa’ y Vía Crucis del Miércoles de Ceniza).
Pero nada es comparable al Lunes Santo en procesión y el de este 11 de abril estuvo envuelto en aplausos, desde que se abrió la parroquia y se dieron los primeros pasos costaleros en el interior del templo. Tras una salida marcada por la precisión, llegó la primera ofrenda floral, para salir del barrio al son de las cornetas y los tambores de la Banda del Santísimo Cristo de la Expiración, que permitió a los costaleros caminar para buscar un itinerario que le devolvió el respeto, la fe y la devoción de centenares de jiennenses.
El capataz, Pablo Morales, guió al Crucificado en un paso embellecido con calas blancas, rosas, iris, eryngium y esparragueras. En un año tan especial, no faltó la presencia de autoridades de la Universidad de Jaén, institución que es Cofrade de Honor desde el año 1993, en la persona del Vicerrector de Estudiantes, Felipe Serrano, entre otros representantes.
La Virgen fue precedida por un numeroso cuerpo de camareras, con más de sesenta mujeres; seguidas del Obispo, Sebastián Chico, que acompañó por primera vez a la Hermandad. Y uno de los momentos más esperados llegó cuando la Tuna Universitaria de Distrito de Jaén le cantó a la Virgen un primer tema, ‘Virgen de Amor’, seguido de otros aplaudidos por los jiennenses. Todo ello con presencia de los tunos más pequeños, a los que hicieron un guiño en la 'levantá' de la plaza de La Merced.
Al son de la Banda de Música Pedro Morales, la Virgen siguió al Crucificado, impresionando con más de 450 cofrades en un cortejo que lució blanco, negro y azul un itinerario engalanado con lonas conmemorativas, como la que se ve en calle Maestra.