Si asumir la pérdida de dos seres queridos es complicado, más lo es cuando uno de ellos es un menor. Si ambos, padre e hija, han sido brutalmente asesinados, difícilmente su familia podrá sobreponerse a tan duro golpe. Pero si encima, nueve años después, el doble crimen sigue sin resolverse, la desesperación y el desconsuelo son el día a día de aquellos que lloran la pérdida y no encuentran justicia.
El 27 de abril de 2013 la pequeña María y su padre Miguel Ángel aparecieron muertos en el domicilio familiar, en Almonte. Un durísimo suceso que conmocionó a toda Huelva y para el que aún no hay respuesta, pues el único acusado y enjuiciado por el doble crimen fue absuelto.
Este miércoles 27 de abril de 2022, nueve años después de que la vida se acabara para María y Miguel Ángel y que también se parara para sus seres queridos, el hermano y tío de las víctimas, Aníbal Domínguez, ha escrito un emotivo relativo en las redes en el que recuerda que aún no se ha hecho justicia.
“Han transcurrido nueve años de los viles asesinatos de María y Miguel Ángel sin que la Justicia haya proporcionado el más mínimo aliento para con su memoria y dignidad. Es triste y lamentable para estas familias que continuemos abocados a tener que reclamar una cuestión que de por sí el propio sistema judicial debería zanjar para resarcir el honor de unas víctimas que jamás debieron atravesar por tamaña tragedia. Mientras las muertes violentas de María y Miguel Ángel sigan impunes el aldabón en la puerta de la Justicia no dejará de sonar por mucho que mire hacia otro lado”, lamenta Domínguez.
No hay consuelo posible para una familia que además de perder a sus seres queridos, no tiene a un culpable: “La desesperación se adueña de las familias cuando contemplan que el tiempo transcurre y un doble asesinato tan cruel y dantesco queda sin solución. Otro año más pasa y nos vemos obligados a resignarnos sin alternativa alguna, sin respuestas y lo peor de todo, el olvido por parte del sistema de las verdaderas víctimas”.
Domínguez no puede evitar volver a ese fatídico día sin hallar respuestas: “Nos preguntamos de forma retórica cómo puede ser que un ser angelical y su padre sean asaltados de manera terrible en su hogar y sus vidas sean cercenadas a manos de un horrendo y despreciable asesino y que sus familias obtengan por respuesta ‘es lo que hay’, ‘confórmense con lo dictaminado porque otra cosa no os queda’. Asumir esta resolución es un nuevo crimen para unas familias que difícilmente, por no decir imposible, puedan recobrar la normalidad el resto de sus vidas”.
Situación actual de la investigación
El único encausado por estos hechos resultó absuelto tras un veredicto del tribunal del jurado de no culpabilidad y con tres sentencias absolutorias.
Ante esto, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de La Palma del Condado ordenó la reapertura de la causa tras ratificar el Tribunal Supremo la absolución del único acusado, al tiempo que un nuevo equipo de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil se puso al frente de la nueva investigación.
El Juzgado de Instrucción número 1 de La Palma del Condado acordaba el pasado mes de diciembre la prórroga por otros seis meses más de la instrucción por el procedimiento del caso. Según recogía en el auto, la prórroga del plazo finalizará el 29 de julio de 2022 “sin perjuicio de que pudieran acordarse nuevas prórrogas si ello resultase necesario”.
Asimismo, en el marco de la instrucción, el Instituto Nacional de Toxicología informaba de que continuaba en curso el análisis de la manta que cubría a la menor y que no fue estudiada con anterioridad, toda vez que precisaba que se han obtenido “un elevado número de muestras”.
A esas muestras del Instituto Nacional de Toxicología son a las que se agarra la familia para mantener un hilo de esperanza. “Ante todo este pesar, aguardamos como única esperanza la respuesta del Instituto Nacional de Toxicología ante el análisis de la manta que cubría el cadáver de nuestra pequeña María. Es nuestra única esperanza y baza material y aun así habrá que ver la reacción de la propia Justicia. El tiempo pasa y la memoria de María y Miguel Ángel continúa viva únicamente en el corazón de sus familias y de todas aquellas personas de bien que tienen la sensibilidad mínima para considerar que es imposible como ser humano deshacerse en su pensamiento de unos terribles asesinatos que por mucho que la Justicia se empeñe en olvidar, mancharán su cara como están manchadas las calles de Almonte por las pisadas sanguinolentas de su asesino”, lamenta Domínguez.
