Cinco campos de fútbol y una residencia para jugadores, una inversión de alrededor de cinco millones de euros y un jugoso caramelo en forma de proyecto que, a día de hoy y al 99 por ciento, se va a ejecutar en Chiclana de la Frontera. En efecto, todo apunta que la ansiada Ciudad Deportiva del San Fernando CD está más cerca que nunca de ver la luz.
El último coletazo se ha vivido hace poco más de diez días cuando se ha producido una reunión en la que han estado presentes todas las partes implicadas como han sido el propio Ayuntamiento de Chiclana, con su alcalde José María Román a la cabeza, el dueño del grupo árabe que es propietario de la entidad azulina acompañado por el presidente Louis Kinziger, y el propietario de los terrenos, una parcela que se encuentra ubicada en la antigua carretera que conecta Chiclana con Conil cerca de la conocida Bodega de Manuel Aragón.
El propio Louis Kinziger reconocía que “podríamos decir que el proyecto se encuentra en su fase Alfa y está a la altura de nuestra mayor ambición, que no es otra que dignificar este escudo como se lo merece. La idea con la que llegamos aquí no ha cambiado, queremos que el San Fernando alcance el máximo de su potencial y ahora mismo no estamos ni al 50 por ciento”.
El presidente del San Fernando señala que la alcaldesa está al corriente de todos los pasos que se están dando y lamenta que finalmente dichas instalaciones deportivas no hayan podido encontrar el encaje necesario en la localidad isleña debido a las numerosas limitaciones, es decir, la falta de espacio al tener una parte importante de su superficie en Parque Natural y otra, no menos importante, copada por terrenos militares. “Patricia Cavada ha trabajado hasta el último momento para buscar ese espacio, pero finalmente no ha sido posible”.
Añade que “es una pena porque quería estar en mi casa para poder formar a mi cantera, pero tampoco vamos a irnos muy lejos porque estamos aquí al lado en Chiclana y con muy buenas comunicaciones. Todavía no está firmado, aunque estamos en las últimos trámites. De todas formas, si algo finalmente fallara también tenemos otras opciones fuera de la ciudad, pero con Chiclana está todo muy avanzado”.
Al respecto, Kinziger afirma que “solo falta que le presente el proyecto final a mi jefe para que me dé luz verde, puesto que ya todos los pasos necesarios previos están hechos. Ese es el último trámite que resta para presentar el proyecto al Ayuntamiento de Chiclana e ir con ellos de la mano. Los plazos espero que no sean demasiado largos, vamos con prisa pero también con pausa”.