La Guardia Civil, en el marco de la operación Green Island, ha investigado a un varón de cuarenta y ocho años como presunto autor de un delito de cultivo de drogas y defraudación de fluido eléctrico.
El Área de Investigación de la Guardia Civil de Maracena ha desarticulado un laboratorio dedicado a la producción de esquejes de marihuana a partir de plantas madre.
El centro de producción, que se encontraba en el sótano de la vivienda en la que residía el investigado, estaba perfectamente preparado para tal cometido. En esta operación, la Guardia Civil se ha incautado de un total de 225 plantas madre y 5.200 plantas tipo esquejes, según una nota de este Cuerpo de Seguridad.
La producción estaba perfectamente organizada y los esquejes estaban colocados en bandejas para facilitar su cultivo y posterior transporte.
La forma de operar de este tipo de laboratorio es cultivar una serie de plantas que presentan buena cantidad de THC, el principio activo del cannabis, y que se denominan plantas madre, a partir de las cuales desgajan pequeños tallos o esquejes que plantan posteriormente en otros receptáculos, operación que pueden reiterar mediante el mismo procedimiento cada quince días, lo que permite que una producción masiva de estos esquejes en poco tiempo.
El destino final de los esquejes es la venta, bien directa, bien mediante intermediarios, a terceras personas que se dedican al cultivo de cannabis sativa y que se encargarán posteriormente de aportar a esas incipientes plantas los cuidados necesarios para convertirlas en productoras de sumidades floridas, los tan ansiados cogollos de marihuana que serán objeto del tráfico drogas.
La Guardia Civil, dentro de la misma operación, ha investigado a otras dos personas, un varón de cuarenta y uno y una mujer de cuarenta años de edad como presuntos autores de los delitos de cultivo y elaboración de drogas y defraudación de fluido eléctrico.
En esta ocasión, los investigados tenían en su domicilio, próximo al laboratorio de esquejes desarticulado, un centro de producción de cannabis sativa, en el que la Guardia Civil se ha incautado un total de 181 plantas de marihuana.
Desarticulados estos dos centros de producción de cannabis sativa, la colaboración de los técnicos de Endesa ha resultado clave para la detección de las acometidas de electricidad ilegales que los alimentaban, y por ello los agentes han investigado también a los presuntos autores por delito de defraudación de fluido eléctrico, delito que está, en la mayoría de los casos, directamente relacionado con el de cultivo y elaboración de marihuana "indoor".
Esta actuación se incardina en la operación Miller, una operación que está desarrollando la Guardia Civil a nivel nacional contra el cultivo ilegal de marihuana.
