Cuando hace apenas dos años y medio anunció la activación del sistema de expropiación y venta forzosa de inmuebles y viviendas abandonadas en el centro histórico, hubo quien lo interpretó como una medida “impopular” y de dudosa efectividad. Sin embargo, el tiempo no solo le ha dado la razón, sino que el Ayuntamiento de Jerez se ha convertido en ejemplo para otros municipios españoles a la hora de seguir sus pasos. Para José Antonio Díaz, delegado municipal de Urbanismo, no es sino un mecanismo más dentro de un plan de regeneración del centro histórico sobre el que se asienta un nuevo modelo de ciudad que mira hacia el centro, sin desatender las reivindicaciones vecinales de barriadas históricas de la ciudad. Díaz está convencido de estar en posesión de eso a lo que tanto valor se le da ahora en política, el relato, y lo hace, además, al frente de un área que ha empezado a recobrar la fuerza del pasado, tras más de una década relegada a trámites administrativos. De fondo, por supuesto, el horizonte de las municipales y un nuevo discurso político frente a la “ola del PP”.
“En una ciudad gobiernan las personas. Lo ocurrido el 19J no se puede extrapolar a mayo de 2023”Una de las medidas estrella de su mandato es la expropiación y venta forzosa de fincas abandonadas en el centro. ¿Cuántos procesos han iniciado?
–Es una de las medidas estrella dentro del Plan de Regeneración del Centro Histórico. En este sentido, lo importante ante todo es contar con ese plan previo que determine las medidas concretas que necesita la ciudad en el centro histórico para su revitalización. Hemos iniciado unas doce de ventas forzosas, de las que esta semana hemos culminado la de calle Molineros 18, y estamos en ese proceso de expropiación y venta forzosa que es el que está permitiendo que haya promotores e inversores que vengan al centro a invertir, así como particulares para vivir.
¿Cuántos inmuebles son ahora mismo susceptibles de someterse a idéntica medida?
–Tenemos catalogados en nuestro registro de solares casi un centenar de fincas que están en estado ruinoso o abandonado y hemos puesto en marcha el procedimiento administrativo correspondiente, aprobando su licitación y sacándolo a subasta pública.
¿Ha propiciado también un efecto disuasorio entre los propietarios del resto de fincas?
–Efectivamente, ya que la iniciativa municipal está generando, por un lado, que los fondos de inversión vendan sus fincas a promotores y, por el otro, que los propietarios de esas fincas estén solicitando licencia de rehabilitación, lo que está acelerando aún más la regeneración del centro histórico.
¿Cuántas licencias para rehabilitación y construcción llevan acumuladas en estos tres años?
–Llevamos en el centro histórico una media de 150 viviendas rehabilitadas y en este semestre hemos superado ya el cómputo del año 2021. Se está acelerando la inversión en el centro por el atractivo de la inversión pública que estamos desarrollando, caso del entorno del eje del Arroyo, la plaza Belén, con el Museo del Flamenco y el de Lola Flores, también con la mejora de ese mismo entorno, como está ocurriendo con Juana de Dios Lacoste o San Juan de los Caballeros, y en otras zonas como en plaza Salvador Allende. En suma, estamos acelerando que los inversores apuesten por el centro histórico.
En Málaga se le ha reclamado al Ayuntamiento que siga el ejemplo de Jerez.
–Málaga, El Puerto de Santa María, Santa Cruz de Tenerife, se han interesado por el procedimiento, ya que está reglado y contemplado en la normativa urbanística. Este Gobierno ha tenido claro desde un principio que uno de los elementos clave para el desarrollo del centro histórico es la puesta en carga de esas fincas, muchas de ellas en manos de fondos de inversión, y que a día de hoy, por desidia, no se habían puesto en el mercado, y lo que nosotros hemos hecho con este procedimiento es que aquellos que no tenían posibilidades de acceder a dichas fincas se han encontrado con que hemos logrado ponerlas en el mercado.
¿Hay intereses inversores más allá del ámbito urbanístico y del centro histórico?
–No hay que olvidar que ya se está desarrollando el sector de Cooperativa, que tras la demolición del fallido palacio de congresos, va a contar con un hotel, un supermercado, un aparcamiento... O tenemos igualmente la reciente venta del inmueble del antiguo Hotel Palmera Plaza, que se va a convertir en un geriátrico, o el caso de los suelos de las antiguas bodegas Croft, que hemos sido capaces de desbloquear la situación y que permitirá la implantación de un centro de formación. Del mismo modo hay ejemplos de empresas e industrias de esta ciudad que han presentado proyectos de ampliación productiva, como Bodegas Williams, que ha solicitado la modificación del PGOU para ampliar su planta embotelladora, y una empresa de El Portal que próximamente anunciará la ampliación de su actividad industrial para consolidarse. Actualmente, Jerez se ha convertido en la ciudad de las oportunidades y en la ciudad de las inversiones. Estamos atrayendo mucha inversión exterior, somos un escaparate por la certidumbre, por la seguridad y por la agilidad en la tramitación, y eso nos está permitiendo que seamos un polo de inversión en la provincia. En 2021 las inversiones ascendieron a 115 millones de euros.
¿Hay alguna novedad sobre el futuro uso que pueda tener el inmueble de Zara en calle Larga?
–No me consta.
Muchas de esas obras de rehabilitación tienen un fin turístico, no residencial, ¿no va eso en perjuicio de la repoblación del propio centro?
–Todo suma, siempre y cuando nos permita la rehabilitación del centro histórico y la recuperación de todas esas fincas en estado ruinoso. El Gobierno de Mamen está haciendo un esfuerzo desde el punto de vista político y técnico para atraer inversiones, y eso es lo importante para que nuestro centro histórico vuelva a latir. Se está demostrando con las inversiones que se están desarrollando. Hay un cambio de tendencia y hay unas políticas urbanísticas de impulso del centro histórico, no solo con la rehabilitación o con actividades económicas, sino desde el punto de vista cultural con el Museo del Flamenco, el Museo de Lola Flores, el centro cultural o el Tabanco del Duque. Queremos que sea una ciudad para vivir, pero también de oportunidades, porque lo importante es generar actividad económica y crear empleo para los jerezanos.
Los vecinos se quejan de esa circunstancia y de que no se está invirtiendo en habilitar espacios públicos como parques o pistas deportivas.
–El centro histórico es un espacio ya construido y lo que estamos haciendo, como ningún gobierno lo ha hecho hasta ahora, es invertir en el mismo para recuperarlo. Y a las pruebas me remito, como es el caso del eje de Corredera, la plaza Vargas, o ahora en el eje del Arroyo o Juana de Dios Lacoste. También estamos creando nuevos espacios lúdicos, porque no hay que olvidar que cuando nosotros llegamos solo había un parque infantil y ya vamos por cinco, lo que nos permite dar servicios a la demanda que pueda existir en el centro de cara a los niños. Pero insisto que es un espacio que presenta dificultades, por ejemplo, a la hora de poder habilitar pistas deportivas.
También se quejan de que no los han tenido en cuenta a la hora de ultimar la nueva ordenanza de veladores.
–Somos un gobierno que escucha a todo el mundo, pero hay que seguir avanzando y mejorando la ciudad. No podemos convertirlo todo en una queja. Hemos escuchado a vecinos, a colectivos, a partidos políticos, y el centro lo que necesita es acción, como estamos haciendo nosotros, desde un plan de regeneración, con inversión pública y atrayendo inversiones. El centro lo que necesitaba eran medidas y ahora los hechos. El centro ha evolucionado en estos últimos años y es una evidencia.
¿Cuáles son los proyectos urbanísticos prioritarios que espera ver culminados antes de las elecciones?
–Tenemos un modelo de ciudad que esperemos que la ciudadanía sepa valorar y nos dé una mayoría suficiente para que no seamos rehenes ni de a nuestra izquierda ni a nuestra derecha para poder hacer muchas más cosas que a día de hoy no podemos porque dependemos de un lado y del otro. Y está la evidencia de los hechos, tanto desde el punto de vista de la transformación que está viviendo la ciudad, como de la paz social, y lo más importante, contribuyendo a la creación de empleo. Cuando llegamos al gobierno había 35.000 parados en la ciudad y actualmente son 26.000. Aquí no venían inversores, aquí lo que había eran huelgas y conflictividad, impagos, y todo eso se ha acabado desde la llegada del Gobierno de Mamen, que ha sabido generar nuevas oportunidades para la ciudad, así como seguridad y certidumbre a los ciudadanos y a las empresas que quieran invertir y generar empleo, que es lo que queremos.
Pero en clave de proyectos, ¿qué esperan haber culminado antes de mayo de 2023?
–El eje del Arroyo, San Juan de los Caballeros, Juana de Dios Lacoste... estarán culminados, pero no solo eso, también los proyectos que hemos anunciado para diferentes barriada sde la ciudad también lo estarán. Esto no es un proyecto de cuatro años, sino que responde a un modelo de ciudad que hemos implantado y que necesita más tiempo y continuidad.
La plataforma única ha ido expandiéndose poco a poco por el centro. Una vez culmine la zona del Arroyo y San Juan tienen previsto intervenir desde Rafael Rivero a Santiago. ¿Qué proceso pretenden seguir con esta obra, más larga y costosa, y con la Semana Santa otra vez por medio?
–No solamente está ese proyecto, sino también el de la plaza del Mercado, que estamos desarrollando ya. Asimismo hemos iniciado el proceso de expropiación en calle Muros para recuperar el recinto amurallado y ponerlo en valor. Hay intervenciones a corto, medio y largo plazo, y hasta el momento hemos cumplido parte de los objetivos y hay otros que estamos desarrollando.
¿Pero han abordado ya la planificación de la obra hasta Santiago?
–Primero hemos iniciado la licitación, después vendrá la adjudicación, y cuando llegue el momento haremos como hasta ahora, que no afecte a la Semana Santa.
¿Está alterando la crisis y el incremento de los precios de los materiales a sus planes de licitación?
La subida de precios es cierto que está afectando al sector de la construcción, pero estamos lidiando con la situación y los proyectos se licitan a unos precios razonables, y las empresas a la hora de presentar sus ofertas tiene que preveer igualmente esa situación. A día de hoy todas las obras están en marcha y esperamos que no sufran más retrasos.
Una cuestión recurrente, pero de la que sigue sin haber noticias: ¿Hay por fin movimientos de cara al futuro uso de los suelos de la fábrica de botellas?
–Esos suelos pertenecen a una empresa privada, aunque hayan tenido una gran importancia en la historia de esta ciudad, pero a día de hoy seguimos sin iniciativa privada dispuesta a desarrollar esos suelos. Seríamos los primeros encantados en poder anunciarlo, pero ahora mismo no hay posibilidades.
Ya que nos situamos fuera del centro histórico, ¿cuáles son sus expectativas a la hora de intervenir en otras zonas y barriadas de la ciudad?
–Estamos planteando lo que yo llamo “empaquetar la ciudad”. Tomamos como punto de partida la existencia de solares que se encuentran abandonados y que estamos poniendo a disposición de la ciudadanía con zonas verdes, aparcamientos o zonas deportivas. Otros solares que se encontraban abandonados han dado paso al desarrollo de nuevas promociones de vivienda.
¿Me podría explicar un poco mejor en qué consiste eso de “empaquetar la ciudad”?
–Obedece a una política de desarrollo de suelos abandonados o que están en desuso en las barriadas, para dotarlos de espacios verdes, aparcamientos y espacios deportivos, atendiendo las demandas que nos hacen llegar los vecinos. Lo estamos haciendo en Villas del Este, con la mayor inversión en una zona lúdica y deportiva, con un 1,3 millones de euros. Pero tambien en Torreblanca, en La Granja, en San Benito, en La Plata... Invirtiendo en función de las prioridades que marcan los vecinos, que es lo que nos está permitiendo ir compactando la ciudad.
En el aprovechamiento de solares e inmuebles en desuso también los hay de titularidad privada, caso del antiguo colegio Paidós, ¿no le parece exagerado el desembolso que va a hacer el ayuntamiento en este caso para derribarlo y convertirlo en plaza pública?
–Es una finca que tiene uso público y vamos a proceder a su expropiación y a la recuperación del espacio como plaza y zona de aparcamiento para los vecinos de La Vid, invirtiendo en función de las demandas de los vecinos. Lo que buscamos es la rentabilidad social de la inversión, ya que en estos momentos es una finca que se encuentra abandonada, ruinosa y que genera molestias a los vecinos. Si el coste económico parece elevado, la rentabilidad social es mayor.
Se cumplen ahora tres años del cambio de concesionaria en la limpieza, ¿se han cumplido sus expectativas?
–Ha sido un cambio de tendencia que se ha visto reconocido ahora con la concesión de la escoba de oro. Queda mucho por mejorar, pero es un estímulo para todos nosotros después de 26 años, porque se han dado los pasos necesarios para tener una ciudad más limpia. El servicio responde a la demanda que existía, pero hace falta también más concienciación ciudadana para tener una ciudad más limpia.
A menos de un año de las municipales, ¿qué le parece el cambio de guion en el PP?
–Nosotros desde el Gobierno de Mamen estamos centrados en la ciudad. La conflictividad, la lucha de poderes, las traiciones que puedan existir en el PP entre la señora Pelayo y el señor Saldaña son cuestiones de partido que a nosotros como gobierno no nos afectan. Nosotros estamos centrados en la ciudad, en facilitar inversiones, en ayudar a generar empleo, actividad económica, que haya paz social, que se pague a proveedores, que se resuelvan los problemas económicos y sin subir los impuestos.
¿Le preocupan los resultados obtenidos por su partido en Jerez frente a los alcanzados por el PP el 19J de cara a 2023?
–Son escenarios diferentes. En una ciudad, en un municipio, gobiernan las personas. Para arreglar un socavón, para invertir en los barrios o mejorar los servicios públicos no hay que ser ni de izquierdas ni de derechas, sino que son las personas las que gobiernan , y aquí se ha evidenciado que Mamen, como alcaldesa, es una persona que llega a acuerdos con todos los partidos, que llega a la ciudadanía, que es sensata, responsable, entregada a su ciudad y que está generando confianza para atraer inversiones a Jerez. Eso es lo importante, y ése es nuestro aval.
Está el precedente de la ola favorable al PP que barrió al PSOE del Ayuntamiento en 2011, ¿cómo valoran los posibles efectos?
–Nuestro aval, insisto, es la gestión. Se invierte en las barriadas, en el centro histórico, se genera empleo, se atrae inversiones. Hay un modelo de ciudad. En cambio, el PP y la señora Pelayo traen consigo una mochila que es la mochila de la huelga, de los impagos, de la ruina, del desempleo, del ERE, de la Gurtel prescrita. Esa es su mochila, y ésa es la diferencia entre una candidata y otra.