Un mundo distópico a principios del próximo siglo, donde el ser humano ya solo es un alma en cuerpo robótico porque no ha sobrevivido al cambio climático. Así es el videojuego que ha lanzado Play Station, creado al completo por siete malagueños. Varias semanas después de su presentación ya está dando la vuelta al mundo.
Era enero de 2020 cuando los siete malagueños del grupo de Chaotic Lab comenzaron su proyecto de fin de máster en la Escuela Superior de Videojuegos y Arte Digital de Málaga (EVAD), en sus instalaciones conocidas como la fábrica del videojuego.
Dos años más tarde, cualquier jugador puede viajar al año 2155, cuando el cambio climático ha dejado una realidad distópica. Aquí ya no hay seres humanos, solo sus almas traspasadas a robots. El protagonista debe avanzar partidas de retos de puzles y plataformas para descubrir la verdad sobre su pasado.
Presentaron su proyecto a Play Station Talents, que los seleccionaron junto a otros siete en toda España. Se presentaron 120 equipos en total. No contaron con financiación. Javier Maldonado es desarrollador y diseñador: “Cuando nos seleccionaron no podíamos creerlo. Apenas llevamos 2 años en este mundo y empezar así es increíble”.
Este videojuego de estética futurista esta ya disponible para Play Station 4. En unas pocas semanas desde que saliera a la venta en junio, lo han probado ‘gamers’ de todo el mundo, hasta en Rusia.
Talento de futuro
La industria del videojuego en España sigue creciendo gracias al desarrollo de la formación, posible gracias a lugares como EVAD en Málaga. El sector emplea de manera directa a 9.000 personas, con un impacto total sobre la economía de 3.500 millones de euros, según los últimos datos de 2019 de la asociación española del videojuego.
“Por supuesto que hay talento en España”, reivindica Francisco Vázquez, guinosta de la historia de System of Souls. Hasta escritores más tirados a la literatura que al desarollo tienen cabida en la industria.
Ahora quieren hacerle mejoras, meter doblajes de los personajes, probarlo en gafas realidad virtual o algo más surrealista como usar una chaqueta óptima que permite captar las sensaciones de lo que se vive en el juego. Aunque está claro que lo que esperan ahora son ventas.
Cuesta 15 euros y, de momento, esperan datos de crecimiento: “Hemos fantaseado con números, pero yo creo que con las 5.000 ventas sería un éxito para nosotros. Ojalá así sea”, desea Javier Podadera, director de arte 2D. Lo más difícil ya está hecho y ya solo vendrán recompensas. El futuro de estos talentos malagueños seguro que no será distópico.