Personas de todas las edades y de todos los perfiles se juntan en las inmediaciones del estadio de Mestalla. Y nada tiene que ver con el próximo inicio de la temporada del Valencia.
Por desgracia, las llamadas ‘colas del hambre’ no han hecho más que aumentar. La gente espera su turno para recibir los productos que reparte de manera periódica el Banco de Alimentos.
El aumento de precios que estamos viviendo como consecuencia de la guerra de Rusia contra Ucrania y por los dos años de convivencia con la pandemia COVID-19 han hecho que las colas hayan crecido en número.
Así, desde el Banco de Alimentos han reconocido que han tenido que aumentar los esfuerzos y hasta 2.000 voluntarios trabajan día a día para recaudar fondos y alimentos para los más necesitados.
