Podemos San Fernando ha exigido al gobierno apostar por la vegetación urbana y las “políticas verdes” como medidas para combatir los efectos del cambio climático, como dejan ver la altas temperaturas que de las últimas semanas, explica Ana Rojas, portavoz de la formación.
Rojas ha declarado que el gobierno de Patricia Cavada “se está haciendo famoso” por colocar césped artificial en las zonas verdes, por podar los árboles de forma “agresiva” e ineficaz fuera de temporada y por talar y eliminar cada vez más ejemplares de las calles.
El traslado de árboles “preocupa” a la formación porque “tienen un futuro incierto y no se sabe qué pasa con esos ejemplares y cómo se garantiza su supervivencia”. Y también preocupa “cómo el gobierno apuesta por el cemento y las plazas duras, como la Plaza del Rey”, con un proyecto que ha eliminado la mitad del arbolado, y con ello, eliminando sombra, en una de las plazas más concurridas de la ciudad.
Una situación que se ha repetido en La Magdalena, con la obra que ha eliminado el arbolado. Medidas tomadas por el gobierno los últimos años que están siendo cuestionadas no solo desde Podemos, sino también desde los colectivos ecologistas y las asociaciones vecinales. Las podas no se llevan a cabo en los periodos indicados y se realizan de manera agresiva, perjudicando a los propios árboles y arbustos, pero también a las aves, que no tienen donde anidar, a la vez que también se encuentra el problema justo contrario: barrios en los que precisamente la falta de podas controladas está perjudicando las viviendas.
Rojas preguntó al gobierno en el pleno de julio cuándo se iba a activar el sistema de riego de los árboles de la calle Mariana Pineda y cómo se iba a garantizar la supervivencia de los naranjos talados de Héroes de Baleares, aunque “por experiencia previa” y por la respuesta “tan ambigua” del gobierno cuando se preguntó por los árboles arrancados de La Magdalena, “nos parece que el gobierno no sabe realmente qué va a hacer con los ejemplares que están sanos”, explica la concejala, que señala además el “sobregasto” que supone quitar un arbolado para poner otro que no mejora la situación.
“De nada sirve que gasten más y más dinero en propaganda de medio ambiente si sus políticas deja claro el escaso interés del problema que supone el cambio climático”.