Después de que el Ayuntamiento de Sevilla ordenase la "inmediata paralización" de las obras "sin licencia o autorización" acometidas en el establecimiento comercial del número 68 de la calle Sierpes; para la "restitución de la realidad alterada en los elementos protegidos de su fachada", dicha administración local ha resuelto este miércoles precintar el local al descubrir en una nueva visita al mismo el "incumplimiento" de tal requerimiento, según han informado a Europa Press fuentes municipales.
En la primera resolución emitida sobre el asunto por la Gerencia de Urbanismo, dicho departamento ordenaba la suspensión de las obras y, conforme a los criterios de protección de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, habilitaba un plazo de diez días para el inicio y 20 para su plena ejecución de la "restitución de la realidad alterada en los elementos patrimonialmente protegidos de la fachada" de este inmueble.
Igualmente, la Gerencia avisaba a los responsables de esta actuación de que "en caso de desobediencia, además de sucesivas multas coercitivas que se establezcan, se dará traslado del incumplimiento al Ministerio Fiscal a efectos de exigencia de responsabilidad y se podría imponer una multa de hasta 120.000 euros".
Y es que tras una inspección, fue constatado que en el local en cuestión se estaban "realizando obras en su fachada", decorada con mármoles policromos y remates de bronce, "que no se correspondían con el contenido de la declaración responsable presentada el 29 de julio y que se limitaba a actuaciones menores exclusivamente en el interior del establecimiento para adecuarlo a su nuevo uso comercial".
Tras una visita inicial de la Policía Local, una inspección de Urbanismo se saldó con la "verificación de que la fachada ha sido pintada de color claro y los rótulos publicitarios originales protegidos han sido eliminados".
Ahora, tras una nueva visita al establecimiento, los funcionarios han comprobado que el local "estaba cerrado pero iluminado en su interior, incumpliéndose la orden de inmediata paralización de las obras", ante lo cual la Gerencia de Urbanismo ha ordenado el precinto del mismo, avisando a los responsables de la obra de que "en caso de que vulnere el precinto que se ejecuta, incumpliéndose de nuevo la paralización de las obras, se ejercerán contra él las acciones judiciales que resulten pertinentes".