España, en su condición de presidencia de turno de la UE, ha estado coordinando con la ONU las tareas para evacuar europeos desde que ocurrió el seísmo el pasado día 12.
Dentro de estas labores, un total de cuarenta españoles han sido repatriados, según Exteriores, que pone fin al dispositivo, al no haber más ciudadanos que manifestaron su intención de ser evacuados.
El departamento que dirige Miguel Ángel Moratinos puntualiza que si a partir de ayer hubiera algún europeo que quisiese salir de Haití, debería dirigirse a la Embajada de España en Puerto Príncipe para comunicarlo.
España va a seguir cooperando en las labores de transporte de heridos con los equipos y los helicópteros que está trasladando el buque Castilla, cuya llegada a Haití se espera para la próxima semana.
Exteriores también considera cerrada la localización de españoles, aunque no haya habido noticias de algunos de los inscritos en el registro consular.
Los cuatro españoles fallecidos han sido la funcionaria de la UE Pilar Juárez, la agente de policía Rosa Crespo y el matrimonio formado por Yves Baltroni y María Jesús Plaza.
En otro orden de cosas, la reconstrucción de Haití debe conducirla su propio gobierno y no organizaciones extranjeras, según coincidieron ayer en señalar el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, de visita en Haití, y su homólogo haitiano, Réné Preval.
“Queremos que lo mucho o poco que podamos ayudar llegue al pueblo haitiano, y el interlocutor valedero, el que debe marcar las prioridades es usted –dijo Correa dirigiéndose a Préval en una rueda de prensa conjunta– y el gobierno haitiano”.
Correa insistió al menos en cinco ocasiones en que las prioridades en la reconstrucción del país las debe fijar el Ejecutivo haitiano, y no deben marcarse “en función de la visión de los que quieren ayudar”.
“En esto también hay mucho imperialismo, el imperialismo de los donantes”, aseguró.