Considerado uno de los artífices de la modernidad cinematográfica, Fellini (Rímini, 1920-Roma, 1993) altera en su obra las reglas de la narración, deconstruye el relato y concibe el cine con absoluta libertad.
Su filmografía es un manifiesto en favor de la imaginación como categoría cognoscitiva y comprensiva válida, a partir de una filmografía que constituye por sí misma “un mundo particular, privado y personal, de imágenes líricas y poéticas”, destacó ayer el comisario de la muestra que acoge CaixaForum, Sam Stourdzé.
Coorganizada por NBC Photographie, la exposición reúne una iconografía diversa, entre fotografías, dibujos, revistas, cómics, carteles, entrevistas y extractos de filmes, algunos de ellos inéditos.
Concebida como si fuera un laboratorio visual, El circo de las ilusiones se articula en torno a cuatro grandes ámbitos, que presentan a Fellini a través de sus distintas obsesiones y sus fuentes de inspiración: su relación con la cultura popular, Fellini delante y detrás de la cámara, las mujeres y la invención biográfica.