El que “la música sea el amor buscando palabras” lo dejó anotado tiempo atrás Lawrence Durrell. Atinó, sin duda, el escritor británico,con definición tan precisa. El germano Jean Paul escribió que “la música es la poesía del aire” y el suizo Hans Grapp entendió que “la música se hace literatura en el alma”. Al cabo, ambos géneros, llevan siglos cabalgando juntos, transformando la inspiración en palabras y notasplenas de armonía.
Ahora, la publicación de “Blues, Jazz &Soul” (Hiperión. Madrid, 2022), acerca al lector una bella antología que reúne canciones de extraordinarios letristas. Desde John Newton (1779) a Norah Jones (2020), la nómina se acerca a los casi doscientos creadores que pusieron su verbo al servicio de los cantantes. Y así, nombres como los de Cole Porter, Robert Johnson, James Shelton, Bo Diddley, Otis Redding, Jimy Hendrix, Rod Stewart, Marvin Gaye, Frank Zappa, StevieWonder, Prince, Leonard Cohen, Elvis Costello…, llenan estas páginas de conmovedoras y sugerentes historias.
Claro que no es menos sobresaliente el puñado de intérpretes que han ido dando voz a tales textos: Joan Baez, The Beatles, Johnny Cash, Nat King Cole, Bob Dylan, Ella Fitzgerald, Aretha Franklin, JanisJoplin, Carole King, Tom Petty, Nina Simone, Frank Sinatra, TheSupremes…
La compilación ha estado a cargo de Alberto Manzano, así como la traducción. Un excelente trabajo que, en verdad, aúna empeño y devoción y corrobora su afán por dar a conocer el más allá de este grato binomio. -Cabe recordar que en este mismo sello ya tiene publicados “Aforismos, dichos y refranes del Rock” y “Antología poética del Rock”-.
En este conjunto, se da cuenta de cómo “la música de color negro, que germinó en Estados Unidos a finales del siglo XVIII, polinizó tres grandes géneros musicales: blues, jazz y soul, cuyos frutos se extenderían por todo el país a principios del siglo XX (…) A partir de los años sesenta, la influencia de éstos marcaría la obra de nuevas generaciones de compositores que darían voz a los profundos sentimientos y las calladas necesidades de su propio tiempo”.
Abrir este festival poético es abrir también el corazón a la hondura de sentimientos e inspiración que fluyen por sus páginas y disfrutar de un amplísimo abanico de propuestas donde caben la pasión y el respeto por un modo de entender y amar la música y las letras, cómplices y compañeras.
En su prólogo, Terry Berne ilustra los orígenes y características principales del blues, jazz y soul e incide en la trascendencia cultural de estos movimientos y su identificación máxima con los espacios y escenarios donde surgieron y crecieron: “La música nace en infinitas formas por doquier, y a través del tiempo y a lo largo de la historia. Cada época, cada región, tiene su voz, su canción, su armonía, su grito de éxtasis o aflicción (…) Su naturaleza es el movimiento, la dispersión y la transformación”.
En suma, un libro para contar y cantar, para leer y escuchar al filo de este otoño que dora y empapa las hojas.