Uno de los decanos del cante flamenco de San Fernando, dueño de un arte innato y garante de los cantes arcaicos de La Isla, Sebastián Rodríguez Farina de la Isla, ha fallecido este 20 de noviembre a los 90 años de edad.
Farina de la Isla vivió una de las mejores etapas del flamenco isleño, en la que convivió con figuras de los años 50 y 60 de la talla de los míticos Beni de Cádiz, el Cojo Farina, el Chato de La Isla, Manuel Monje o el propio Camarón.
A diferencia de ellos, Farina nunca dejó La Isla ni fue a probar suerte a los tablaos del Madrid y del resto de España, lo que sin duda mermó sus posibilidades como artista. Centró su carrera en su ciudad, donde llegó a actuar en la mítica Venta Vargas y en el propio Real Teatro de las Cortes con apenas 15 años, y en las actuaciones que hizo por el resto de la provincia de Cádiz, siempre cerca de su madre a la que nunca quiso dejar atrás.
Pese a todo, este cantaor siempre paseó y sigue paseando su arte en estado puro, sus cantes señeros de La Isla y sus letrillas de cosecha propia, que se recogieron en un CD que iba vendiendo por las calles de su tierra.
El pasado mes de mayo en el Centro de Congresos acogió un acto de homenaje puesto en marcha gracias a la colaboración del Ayuntamiento de San Fernando y la Asociación Cultural Flamenca La Fragua.
El reconocimiento contó con la actuación de una docena de artistas de La Isla, cantaores y cantaoras, así como guitarristas, y en él intervinieron también miembros de La Fragua para poner en valor la relevancia de este artista que es toda una seña viva del flamenco isleño.