Ahmadineyad, que llegó a la capital afgana por la mañana en su primera visita oficial desde que renovó su mandato presidencial, se reunió con su homólogo afgano, Hamid Karzai, y luego ambos comparecieron ante la prensa en el palacio presidencial.
“¿Por qué no triunfan quienes luchan contra el terrorismo? –se preguntó Ahmadineyad en referencia a Estados Unidos–. Porque ellos juegan un doble juego: por un lado luchan contra el terrorismo y del otro lado mantienen ardiendo el fuego”.
El líder iraní calificó el conflicto afgano como una “guerra de inteligencia”, y en presencia de un incómodo Karzai, llegó a mostrarse “seguro” de que “los invasores” serán derrotados en la lucha “contra el pueblo de Afganistán”.
En Afganistán se han incrementado en los últimos años la acción y la presencia de los insurgentes talibanes, que luchan contra el Ejército regular afgano y los soldados internacionales presentes en el país, unos 140.000, tras los refuerzos de esta primavera.
“No vemos la presencia de fuerzas militares extranjeras en Afganistán como una solución de paz. No vale bombardear una fiesta de boda y decir que se lucha contra el terrorismo (...) La solución es fortalecer al Gobierno legal”, dijo el presidente iraní.
Ahmadineyad defendió que en el país no se alcanzará la paz por medios militares y además aprovechó su intervención para negar que Irán esté protagonizando acciones para desestabilizar Afganistán.
Karzai respondió luego que su país necesita el apoyo tanto de los países vecinos –como Irán– como de la comunidad internacional, y dijo que no querría que Afganistán sea usado como campo de batalla de otras potencias.