“Tenéis que destensar el cuerpo, que no se os engarrote la rodilla, mantener el equilibrio...”. Carmen es la monitora encargada de la parte más técnica del curso de ‘Formación en autodefensa feminista’ de 40 horas que imparte la Fundación de la Mujer de forma gratuita del 9 al 30 de diciembre en su sede, en la plaza del Palillero. A ella le toca profundizar durante dos días en técnicas, posturas y actitud física con las que aprender a defenderse de una agresión sexual tanto física como mentalmente. Frente a esta especialista, un grupo de once usuarias, de todas las edades, atienden atentas de pie y prevenidas tomando nota de sus recomendaciones y tratando de seguir sus movimientos.
Llevan una semana dando sesiones teóricas en el marco de una estrategia de empoderamiento personal y colectivo para enfrentar y erradicar la violencia machista, y ellas mismas se sorprenden de las situaciones de agresiones cotidianas a lo largo de su vida en las que han reparado a raíz de esta experiencia formativa. Arancha López, trabajadora social, se instaló hace un año en Cádiz desde Tarifa por motivos laborales y no puede estar más contenta de los resultados de esta acción de formación. “Hemos hablado de empoderamiento, nos han dado herramientas para ello, pero te das cuenta que no solo hay que estar preparadas físicamente, sino a nivel interno, que es como esa parte olvidada que se piensa que no es importante, pero lo es”,
Su sorpresa, como la de todas, fue mayúscula el primer día “cuando llegamos todas en chándal preparadas por si nos daban mucha caña y, para nada; al final te das cuenta de que para saber defenderte primero tienes que saber detectar una agresión. Y a más de una les ha pasado a partir de este curso han caído en determinados comportamientos que han sufrido, aunque no haya sido de forma explícita en todos los casos, que han sido agresiones en toda regla. “Lo que pasa es que lo tenemos tan normalizado por desgracia que no nos damos cuenta. Pensamos de que una agresión solo es el hecho de que vengan a intentar directamente a agredirte o violarte y hay otro tipo de agresiones”.
Controlar el miedo es otro de los grandes objetivos. “Nos enseñan no a agredir, sino a defendernos y por muchas técnicas que tengamos si el miedo al final nos paraliza no va a servir de nada”, señala. Gladis Tenorio es de Perú y lleva dos décadas viviendo en Cádiz. Reconoce que se siente “más segura” al empaparse de los conocimientos y cuestiones prácticas y de la parte psicológica de la mujer. “Es importante reconocer el miedo y no irnos hacia atrás. Reconocerlo, sentirlo y estar preparada para defenderte”.
Se trata de aprender a desbloquear el cuerpo y poder reaccionar. Hoy es 25-N. Y queda mucho por hacer.