Hace unos cuarenta años, en el verano de 1982, tuve la satisfacción de conocer a un joven conileño nacido y criado en el barrio de los pescadores. Este chico, por aquellas fechas, trabajaba en la heladería que tenía la familia de ‘Los Mar salados’, en el corazón del barrio de los pescadores (en la Puerta Cai, para ser más exacto).
Pasados varios años volví a saber de este chico, ya que tenía un programa radiofónico en radio Conil. Si no me falla la memoria se llamaba Gazpacho Andaluz y Olé. Ponía música folclórica, contaba anécdotas y entretenía a sus oyentes con su arte y su gracia. Mi padre y mi madre eran fieles oyente de esta emisora de radio. Mi progenitor pocas veces se perdía el programa de este amante de la copla. Lo que más le gustaba era con el arte y la gracia que este improvisado locutor radiofónico daba el tiempo meteorológico en Conil. Los días de lluvia empezaba diciendo: “En el Colorado esta el cielo nublado, en la Casa Posta chispeando y en El Paseo Marítimo el diluvio”.
Tiempo después vi por casualidad a este artista que, con salero, a través de las ondas radiofónicas entraba en los hogares conileños para distraer y hacer pasar un buen rato a sus vecinos. Estaba pintando la autoescuela Las Marismas que se encontraba en el Punto. Pasadas las navidades, este polifacético genio se ponía a idear y a confeccionar su disfraz para salir en la cabalgata local de carnaval. De esta manera, disfrutaba él y hacía pasar un rato inolvidable a sus paisanos con su ingenio y su salero.
Nuestro amigo amante del folclore andaluz porta un gran corazón solidario ayudando a personas necesitadas y colaborando con entidades públicas, asociaciones vecinales y sociales.
Hoy en día, dedica gran parte de su tiempo a que los conileños y los visitantes turísticos conozcan de primera mano ‘La Joya Escondida’ de nuestro municipio. Este tesoro está formado por unas callejuelas estrechas rodeadas de casas blancas que miran al mar; adornadas éstas con macetas de flores que la engalanan con sus bonitos colores y la perfuman con sus aromas de geranios, rosas, claveles, etc.
Este guardián ha luchado y sigue luchando para que su barrio de pescadores sea un orgullo para sus vecinos y un referente turístico a visitar en Conil. Organiza visitas guiadas con ayuda del Ayuntamiento para que los turistas queden impregnados de la esencia marinera que desprende este barrio por los cuatros costados.
Su amor por este barrio se ve reflejado en su trabajo diario y en su esfuerzo para que esta joya sea conocida nacionalmente e internacionalmente. Esto provoca la envidia de otros barrios que no tienen a un guardián que se dedique en cuerpo y alma en embellecer y solucionar los problemas vecinales e infraestructurales con ayuda de las administraciones publicas.
Diego Tirado, que sigas por muchos años más luchando por tu barrio y guardando esta joya de esencias marineras bajo el amparo de la Virgen del Carmen.