El Puerto más taurino, el de afición y de tendido, ha parado hoy el descanso del festivo nacional que rinde homenaje a la Constitución Española, fruto del esfuerzo, compromiso y cesión de todos los partidos políticos durante la transición democrática de nuestro país, para brindar tributo a la fiesta nacional celebrando que uno de sus toreros de plata de mayor renombre cumple 20 años de alternativa con el terno de oro.
Amigos, amantes del arte de cúchares, familia al completo del espacio cultural De Sal y Oro, compañeros de ruedo y de profesión, han querido acompañar aprovechando que en El Puerto había salido el sol a José Manuel Berciano, defensor a ultranza del mundo taurino de su tierra, siempre llevando con orgullo la verde y amarilla que ondea en este rincón del Sur, cuna de arte y pasión por el toro bravo, que siempre se ha mantenido en este portuense intacta independientemente del metal precioso que luciera su traje de luces.
José Manuel Femenía, encargado de su semblanza, no ha escatimado en detalles para narrar la trayectoria de un torero de El Puerto que destaca por mil motivos y que todavía sigue haciendo historia por ser banderillero y profesor de la Escuela Cultural Taurina La Gallosina. Siempre con el maestro Galloso, siendo mano derecha, en la batalla que supone sacar cantera e impulsar a las nuevas generaciones hacia adelante marcando terreno solo con un objetivo: preservar la herencia y el legado de una de las tradiciones con mayor arraigo de la cultura de España que cada día necesita de mayor empuje y ganas, como las de Berciano que siempre ha sabido con clase, humildad infinita y torería adaptar su tempo a la demanda del momento.
Siempre sabiendo que lo ha dado todo en cada una de sus etapas, todas ellas importantes y todas ellas necesarias para forjar su presente. Porque el que es torero nunca perderá esa condición que es para toda la vida, independientemente de los derroteros que te marque cada momento en el camino. Berciano es firme en esa condición. José Manuel Berciano es torero y también banderillero y profesor y “sastre” de vocación en un mundo donde él mismo ha descrito “que nada es fácil” pero que le roba consentidamente su vida, porque lo atrapa cual veneno sin remedio en cualquiera de sus estamentos, fases o carnets.
Una aventura nada sencilla, de alternativa y triunfo que no terminó de consagrarse en los carteles del momento, de los que te hacen figura y que tuvo que transformarse para seguir avanzando.
Una aventura en la que quizá una lesión de rodilla y la falta de apoyo en el momento provocaron que pasara del oro a la plata, sin embargo hoy El Puerto ha llenado un aforo poniendo el “no hay billetes” para aplaudir su leyenda que todavía tiene muchos capítulos por escribir y sobre todo para darle las gracias por ser uno de los adalid de que el toreo siga vivo en El Puerto.
Una carrera por muchos conocida pero que hoy se ha desvelado entre las piedras de la Plaza Real que es su casa y su templo y su inversión sin contraprestación, que lo hace todavía más enorme, porque él lucha contra la adversidad “enseñando” y transmite su saber sin esperar nada a cambio.
El concejal de Plaza de Toros, César de la Torre acompañado por otros miembros de la corporación municipal del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María han querido acompañarlo en este más que merecido homenaje que pone en valor a un torero de El Puerto que supo cambiar “el chip” para engrandecer la fiesta de su tierra, con una humildad y profesionalidad sin límites que hoy tiene en los novilleros su sello y su impronta, con el orgullo de la experiencia y del sabor de las puertas grandes pero sobre todo de la lucha por el mundo del toro inyectado en vena que ha logrado el máximo respeto y cariño tanto de su afición como de sus compañeros.