Poco a poco, la festividad de Santo Domingo de Silos se ha ido asentando en la ciudad, adquiriendo la pátina de celebración que tantos años tuvo perdida. Sin grandes celebraciones, pero, al menos, con un ambiente dominical, en este 2022 hemos vuelto a celebrar el patronazgo del abad riojano venido al mundo en el año 1000, el mismo en el que el Almanzor sembraba el terror por los reinos hispánicos. Algo más tarde, en 1341, y en ese mismo marco de la Reconquista, Alcalá la Real asimilaría esta fecha al coincidir con la toma del recinto fortificado por parte de las tropas de Alfonso XI.
Mucho ha llovido desde entonces, pese a lo cual, las tradiciones se imponen y, aunque ya pocos niños reciban el nombre de Domingo, la imagen del abad benedictino, con su báculo, recibe los honores en la iglesia de las Angustias y recorre en corto trayecto el centro de la localidad, no siempre acompañado de un público muy multitudinario, aunque sí bastante fiel.
La de hoy es la última celebración de un calendario ritual que se iniciaba el sábado, 17 de diciembre, con la primera de las jornadas del triduo preparatorio, en la iglesia de las Angustias y continuaba hasta el domingo. Este martes, día 20, se comenzaba con una misa solemne a partir de las 11.30 de la mañana, celebrándose a continuación la procesión de la imagen, que ha seguido el habitual itinerario por calle Angustias, Veracruz, Carrera de las Mercedes, Alonso Alcalá, Plaza del Ayuntamiento, General Lastres y regreso a la iglesia de las Angustias. Como manda la tradición, ha contado con presencia de la Corporación Municipal bajo mazas y representantes de las cofradías de Penitencia y Gloria de la localidad. Este año, y ante las condiciones aún extraordinarias de la Covid, no se ha celebrado el Día de la Parroquia.