El picudo rojo –al que ahora se ha sumado también el negro- está atacando con fuerza a las palmeras de la ciudad, repitiéndose escenas que ya se vieron hace una década y que entonces causaron la destrucción de la mayor parte de esta especie arbórea.
Ecologistas en Acción se hace eco de la “preocupación” manifestada por vecinos de distintos puntos de la ciudad, que están advirtiendo la “muerte y tala” de ejemplares de palmera canaria afectadas por la presencia de este insecto.
De ahí que haga un llamamiento al Consistorio de cara a intensificar las medidas fitosanitarias contra el picudo rojo, una medida que en la crisis que se originó hace una década “logró salvar una pequeña parte” de las palmeras, aunque “lamentablemente” se llevó por delante grandes ejemplares situados en los jardines de la Alameda Vieja, los de la Rosaleda y el propio parque González Hontoria, entre otros, sin dejar de lado el parque del Retiro, que perdió palmeras centenarias.
En las últimas semanas, cuando Ecologistas en Acción creía que se seguían aplicando tratamientos fitosanitarios y que se había controlado por fin la plaga, de nuevo vuelven a contemplarse sus efectos de hojas amarillas, copas con palmas secas y troncos cortados en ejemplares situados en lugares como la explanada de los cacharritos de la Feria, los taludes del ferrocarril junto a Ifeca, la rotonda de José Luis López Aranguren en Palos Blancos, la rotonda de Arlés en el Parque Atlántico o la plaza Adarves, en la avenida de las Delicias.
Según esta organización son “demasiados lugares” afectados “que apuntan a que el picudo rojo nunca se ha ido, sino que sigue muy activo o, lo que sería más grave, que los tratamientos fitosanitarios y el control de la plaga han dejado de hacerse”.
A todo ello hay que sumar la aparición de una nueva plaga, la del picudo negro, un escarabajo originario de Méjico que ataca a varias especies arbóreas, como puede comprobarse entre San Juan de Dios y Área Sur.
Ecologistas urge por tanto la adopción de medidas para tratar de controlar estas plagas y evitar la pérdida de arbolado.
