Pozoblanco siempre ha sido una plaza complicada. Para el Xerez CD se podría usar la expresión de que el partido de este domingo a las 17.00 horas es de puerta grande o enfermería. Y es que en el argot taurino, Pozoblanco es de infausto recuerdo. El objetivo de los azulinos esta vez es que no lo sea.
Por un lado, porque el equipo necesita levantar el vuelo como sea. Tras la derrota contra el Ciudad de Lucena el pasado domingo en Chapín, el equipo necesita exprimir hasta la última gota de aquí al final para apurar sus opciones de entrar en el playoff de ascenso. Y eso pasa por no dejar escapar casi ningún punto. Vencer en Pozoblanco se antoja vital para el futuro más inmediato del equipo.
Aunque vital resultará también para Juan Carlos Gómez. El técnico está en la cuerda floja y el devenir del partido de este fin de semana en tierras cordobesas será fundamental para su futuro al frente del banquillo xerecista. Este pasado lunes se le ratificaba como entrenador por una semana más, teniendo una vida extra.
El Pozoblanco marcha en octava posición, dos por encima de los xerecistas y con cuatro puntos más. Aunque sus últimos números tampoco son buenos. No ha logrado una victoria en sus cuatro últimos encuentros en los que ha cosechado dos empates, frente a Córdoba B y Puente Genil, y dos derrotas ante Conil y Atlético Espeleño.
Y es que el Xerez CD se la juega en un campo donde nunca ha ganado. En cuatro ocasiones ha visitado el Municipal de Pozoblanco con dos empates y dos derrotas. Este mismo curso, los equipos se vieron las caras en el Pedro S. Garrido en un partido que acabó con empate a cero en el marcador.
