Un incendio totalmente desarrollado y virulento. Ese es el escenario que se encontraron los bomberos de Huelva al llegar esta mañana al número 10 de la calle Villanueva de los Castillejos de la capital onubense, donde un incendio mortal ha teñido de luto toda la ciudad.
En declaraciones a los medios, Francisco Javier Álvarez, representante de la Jefatura del Servicio de Bomberos del Ayuntamiento, ha explicado que recibieron el aviso a las 7.47 horas y cinco minutos después llegaban al lugar: “Lo que nos encontramos es un incendio completamente desarrollado, se han exteriorizado las llamas por ventanas y balcones y se trata de un incendio ventilado, con mucha intensidad”.
Al tener noticias de que podría haber gente en el interior, inician un ataque a las llamas desde el exterior para poder acceder con el mínimo riesgo posible.
“Estamos hablando de un primero y ya con indicios de empezar a pasarse a la planta segunda. Una vez allí hacemos el ataque ofensivo: lanzar agua desde el exterior para mitigar y reducir la virulencia y mejorar las condiciones internas”, añade César Sánchez, cabo del servicio y que realizó las labores de mando interior.
Sánchez relata que “nos encontramos al entrar que el hueco de escaleras está totalmente lleno de humo, con lo cual hacia arriba no se puede sobrepasar la planta primera y realizamos ese ataque interior controlando el motor de incendio, que estaba centrado en un comedor. Mientras parte de la dotación está haciendo ese control del motor de incendio, nosotros seguimos avanzando haciendo rastreo, todo totalmente inundado de humo, para intentar localizar a esas posibles víctimas en su interior, y efectivamente y lamentablemente así fue que encontramos a tres personas”.
“Era complicado salir en las circunstancias en las que estaba la vivienda: humo, gases, calor, estrés, rejas en las ventanas… Son factores que van sumando de manera negativa para la probabilidad de vida”, añade Sánchez.
Los tres jóvenes estaban inconscientes, “manifestaban una fuerte inhalación de gases tóxicos”, y estaban en distintas dependencias de la vivienda, pero ninguno en el salón, donde tienen claro que se originó el incendio “por la manifestación del fuego, carga térmica y concentración del motor de incendio”.
Sánchez explica que cuando llegaron ya había varias personas que habían logrado salir de la vivienda, de las que se hizo cargo la Policía, mientras que los bomberos también tuvieron que evacuar a una familia de la segunda planta y para ello se habilitó la azotea para aislar a esas personas.
Los primeros indicios apuntan a un brasero situado en el salón como origen del fuego que ha acabado con la vida de dos chicas (una de Huelva) y un chico (de Lebrija), todos entre 20 y 21 años. Además, hay un cuarto joven ingresado en el hospital.