La Santa Sede ha hecho pública este miércoles la aceptación de la renuncia por edad de Javier Martínez al frente del Arzobispado de Granada, donde es relevado de este forma por el que ha sido su coadjutor desde el pasado mes de julio, José María Gil Tamayo.
Así lo ha indicado en un comunicado el Arzobispado de Granada este miércoles, que es la solemnidad de San Cecilio, patrono de la archidiócesis, después de que Monseñor Martínez presentara su renuncia formal el pasado diciembre al Papa Francisco al cumplir los 75 años, en conformidad con el Derecho de la Iglesia.
Ordenado obispo en 1985, Martínez ha ejercido su ministerio episcopal en la archidiócesis de Granada desde 2003. Durante estas dos décadas ha desarrollado "una gran labor en el ámbito pastoral, cultural y social con la puesta en marcha de numerosas iniciativas dirigidas a la formación del clero y a la renovación eclesial, con un profundo amor a la entera diócesis", han señalado desde el Arzobispado.
Monseñor Martínez, que ha sido operado de cadera este pasado 23 de enero, y se recupera satisfactoriamente, seguirá residiendo en la capital granadina si bien su despedida oficial tendrá lugar en una solemne eucaristía el próximo 25 de febrero en la Catedral Metropolitana.
Como también señala el comunicado de la Santa Sede, y a tenor de lo establecido en el Código de Derecho Canónico, le sucede inmediatamente como pastor diocesano, el que hasta este miércoles ha sido arzobispo coadjutor de Granada, Monseñor José María Gil Tamayo, que ya tomó posesión de su oficio el 1 de octubre de 2022.
En los últimos meses, Gil Tamayo ha venido ayudando en estos meses al ya arzobispo emérito en el ministerio episcopal, y conociendo la "realidad eclesial y social" de Granada. Desde el Arzobispado se le ha trasladado "la plena comunión y colaboración del clero, de la vida consagrada y de los fieles laicos".
