Carmen Butrón comenzó en las redes gracias a sus hijos. El buen hacer en la cocina de esta chiclanera hizo que su hijo, cuando se marchó fuera, requiriese las recetas de su madre para sentirse como en casa y, como por aquella época los pendrives no tenían tanta capacidad, comenzó a grabarse vídeos para después subirlos a Youtube.
Lo que al principio pensó que solo sus familiares verían terminó acumulando miles de suscriptores en su canal, Cocina con Carmen.
Carmen, junto a sus hijos, la influencer gastronómica Mery García Butrón y Juanma, lograron enamorar a un perfil muy heterogéneo, desde verdaderos aficionados a la cocina, hasta los que “no saben ni freír un huevo”. De eso hace ya más de una década.
Ahora, la chiclanera presenta su segundo libro de recetas, Cocina con Carmen, recetas fáciles para triunfar a diario. “Es el segundo que editamos. Yo lo he escrito, pero mis hijos, Juanma y Mery, forman mi equipo y me ayudan sacando el trabajo adelante, formando así un equipo de tres. El primer libro es Sabores de mi Andalucía, que está enfocado en recetas de Chiclana y va por la quinta edición, lo que quiere decir que está gustando mucho”.
El Ayuntamiento también quiso homenajear esta semana a la youtuber por la labor de difusión que realiza de las recetas del municipio y por llevar siempre por bandera a la ciudad, por eso la invitó a presentar su libro junto al alcalde de Chiclana, José María Román. Durante el encuentro, Carmen reconoció que “jamás pensé que llegaría este momento. Ha superado todas mis expectativas. Los vecinos nos dan las gracias por la calle, nos saludan y siempre tienen un mensaje bonito para nosotros”.
La youtuber sostiene que las 100 recetas que ella propone “son asequibles y baratitas. Las podemos hacer con cuatro cosas que tengamos en casa, tú tienes un huevo, unas patatitas y un ajito, y ahí ya tienes una receta”.
Pero para Carmen la cocina es algo casi innato, desde pequeña heredó la pasión por los fogones, gracias a sus padres y sus hermanos. Al vivir en el campo, estaban acostumbrados a cocinar con los ingredientes que sus huertas y sus animales les brindaban cada temporada. No se quedó ahí, la chiclanera trabajó en la carnicería de sus padres y luego se convirtió en una solicitada modista.
Su pasión ahora la plasma en este libro, en el que anima a elaborar platos sabrosos y al alcance de todos, y con ingredientes “mejor sin proceden de la plaza”, subraya la chiclanera, quien afirma que “cada vez que voy al mercado de abastos me dan lo mejorcito para que salgan los productos de Chiclana bien en mis vídeos”.
