El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, rechaza "tajantemente" el planteamiento británico sobre la soberanía de las aguas próximas a una playa de Gibraltar, que "son españolas", en referencia a la polémica tras el apedreo a dos agentes de Vigilancia Aduanera por contrabandistas de tabaco.
"Somos flexibles para alcanzar esa zona de proximidad compartida para Gibraltar y para los 270.000 españoles del Campo de Gibraltar, pero somos totalmente inflexibles en la defensa de la soberanía de los intereses de España", ha apuntado Albares sobre el acuerdo que negocian con las autoridades británicas.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ha rechazado también "tajantemente" que Gibraltar califique como "una grave violación de la soberanía británica" la llegada de una lancha averiada de Vigilancia Aduanera a la costa del Peñón, y ha exigido "medidas eficaces de lucha contra el contrabando".
La embarcación de Vigilancia Aduanera, a la que se le había roto el motor, llegó por la fuerza de la corriente la madrugada del jueves a la costa del Peñón, donde los dos agentes que iban a bordo fueron apedreados por contrabandistas de tabaco, algo que Gibraltar ha calificado como "una grave violación de la soberanía británica".