Un suceso de película en Málaga. La Policía Nacional liberó a dos personas que habían sido secuestradas en un zulo habilitado en una casa en construcción, al norte de la capital. Los agentes dieron con el paradero de las víctimas en menos de tres horas y procedieron a su rescate. Ambos presentaban buen estado de salud.
La Policía detuvo a los captores, dos hombres de 35 y 43 años, por su presunta implicación en los delitos de secuestro y robo con violencia. La autoridad judicial competente ha dictado el ingreso en prisión provisional para ambos investigados.
La operación Karma, que ha sido llevada a cabo por agentes adscritos al Grupo I de Crimen Organizado de la Comisaría Provincial, se inició a partir de la denuncia de dos amigos de las víctimas que informaron que habían recibido unos mensajes en sus teléfonos móviles procedentes de los contactos de unos conocidos, quienes permanecían retenidos contra su voluntad. En ese intercambio de información, las víctimas instaban a sus amistades a reunir 50.000 euros para poder ser liberados.
Previo a la captura, una de las víctimas llegó a compartir su ubicación con uno de los amigos.
Tras la denuncia inicial -la medianoche del 20 de enero-, la Policía Nacional estableció de madrugada un amplio dispositivo para dar con el paradero de las víctimas, movilizándose también los medios aéreos.
Liberados en buen estado de salud
Los investigadores localizaron el coche de las víctimas y siguieron la pista de los captores hasta una casa en construcción en una zona apartada, al norte de la capital. Una vez allí, y siguiendo los gritos de auxilio de los perjudicados, los localizaron en el interior de un aljibe -a modo de zulo-, junto a una edificación en obras.
Finalmente, la Policía detuvo a dos hombres por su presunta implicación en los delitos de detención ilegal, en su modalidad de secuestro, y robo con violencia o intimidación, interviniéndose, entre otros efectos, una navaja tipo 'mariposa' con la que habrían amedrentado a las víctimas, dos vehículos a motor -uno de los perjudicados-, 1.920 euros y dos teléfonos móviles.
Según las indagaciones, una posible deuda entre las partes implicadas sería el detonante del secuestro -motivación económica-.