Parecía que se le iba a complicar la tarde al Real Jaén en el Abdón Martínez Fariñas pero acabó dando un golpe encima de la mesa y conservando el liderato del Grupo IX de la Tercera RFEF. Al igual que salió el sol sobre el terreno de juego Torreño, para amortiguar en algo lo frías de la temperaturas, emergió el cuadro blanco en la segunda mitad para meterse tres puntos de oro en el bolsillo y disipar las dudas que pudieron darse la pasada semana ante el Torredonjimeno.
Durante la primera mitad se asomó algún que otro fantasma a la caseta de Chumilla y es que el choque despertó enfrascado. Se dio un juego muy físico sin mucha continuidad y en el que las ocasiones de gol fueron escasas y sin demasiado peligro. La excepción que confirmó esta norma la protagonizó el de casi siempre. Antonio López llegó a estrellar un balón en el poste de la portería local, haciendo lamentarse en la grada a decenas de aficionados capitalinos desplazados para ver el partido.
Fue esto al cumplirse el primer cuarto de hora de juego y hasta el minuto 30 no volvieron los blancos a asomarse con peligro al arco rival. Fue Urko Arroyo con la testa el siguiente en probar fortuna, aunque tampoco tuvo éxito. Y así se fue el encuentro a su receso ecuatorial con el mismo marcador que tenía en su pistoletazo de salida.
Ahora, la segunda parte fue otra historia. Igual fue porque los jugadores blancos se enteraron en el descanso de que el Marbella iba ganando en Torredonjimeno y esto significaba que de no ganar iban a perder el liderato. O tal vez fue porque el desgaste de los torreños en la primera mitad fue tal que les costó aguantar en la segunda.
Por una cosa u otra el Real Jaén se hizo con el control del partido y recuperó su efectividad de cara a puerta. Adri Paz y Edu López avisaron con sendos disparos (ambos fuera por poco) de que se habían acabado las contemplaciones. El propio Paz fue el que se encargó de abrir la lata en el minuto 50 de partido con una auténtica maravilla de diana de esas que solo son capaces de firmar las punterías privilegiadas.
Abrió ese gol brecha en el ánimo local y por ahí se solo el Real Jaén como la nieve caída en la noche anterior sobre las cotas altas de la provincia. Urko Arroyo volvió a avisar con un disparo que tuvo que detener Pozo y Óscar Lozano empezó a encontrar una profundidad que hasta el momento le había costado al equipo. Tuvieron la suya los de Torres con un saque de falta que acabó atajando Javi Sánchez, pero fue más un espejismo que un amago de reacción y acabó llegando la puntilla.
La asestó Óscar Lozano cuando aún quedaban 20 minutos de partido pero escasos momentos después fue expulsado el entrenador del cuadro local y esta acción fue, en lo práctico, el pitido final del partido, que llegó algo después.
Con esta victoria los blancos continúan, una semana más, líderes en solitario, manteniendo a raya al Marbella. Los malacitanos parecen tener fuelle para aguantar hasta el final de la temporada la lucha por el único puesto que garantiza un ascenso directo pero, por suerte para los jiennenses, esa pelota está en el tejado del Real Jaén.