Por primera vez desde el pasado 20 de noviembre, el Real Jaén no es lídero del Grupo IX de la Tercera RFEF. Su empate en Málaga, sin goles, permitió que el Marbella ganase en Armilla y se hiciese con el puesto de la tabla clasificatoria que da derecho a ascender de forma directa.
La primera parte fue de agobio para el Real Jaén. No es un equipo, el blanco, acostumbrado a replegarse y correr detrás de la pelota pero en Málaga tuvo que hacerlo. Efectuó ese bloque bajo (llamado así por los futboleros más modernos) con eficiencia.
Pero, a pesar de los buenos esfuerzos jiennenses, el cuadro malagueño encontró en su costado derecho una vía abierta para generar peligro. Juanma y Bilal hostigaron una y otra vez a Moyano, que hizo lo que pudo para cerrar su banda. Las mejores ocasiones (casi todas) para los locales vinieron desde ahí.
Se habría adelantado en el marcador el conjunto blanquiazul de no ser porque Javi Sánchez decidió, por segunda jornada consecutiva, convertirse en el mejor jugador de su equipo. Con sus paradas y una seriedad total en defensa, el Real Jaén resistió cada una de las oleadas malacitanas hasta que, cuando faltaban 15 minutos para el final de la primera parte, el Atlético Malagueño perdió fuelle.
Olió miedo el conjunto de Chumilla y estuvo a punto de aprovecharlo. En el que fue prácticamente el primer fallo en la salida de balón del filial del Málaga CF, Antonio López en logró un disparo limpio que reventó el larguero, rebotando hacia abajo, sin que el esférico acabase de entrar en la portería local.
Se llegó así al descanso con el susto en el cuerpo de los malagueños y la esperanza en un Real Jaén con deberes que hacer en el segundo tiempo. Salió dispuesto a recuperar el tiempo perdido.
Es cierto que más de uno se acordó de la falta de Adri Paz a la hora de generar peligro porque, aunque presionó más adelantado el conjunto blanco, el mayor porcentaje de posesión no se tradujo en ocasiones claras de peligro.
No hubo continuidad y apenas ritmos durante gran parte del segundo acto hasta que, cuando solo quedaban diez minutos, ambos equipos parecieron acordarse de la posibilidad de ganar el encuentro.
Se convirtió entonces el choque en un correcalles con espacio para los hombres de ataque de uno y otro equipo. Llegó entonces la segunda mejor ocasión del partido, esta vez para Urko Arroyo. Se plantó solo ante el guardameta de los locales el extremo vasco y la levantó superando al arquero, pero se marchó desviado su envío y con él la única posibilidad de haberse llevado el Real Jaén el encuentro.
Todavía podía haber perdido el punto que había trabajado durante 90 minuto el cuadro capitalino pero, por suerte para él, cuenta en sus filas con el mejor portero de la categoría. Javi Sánchez tuvo que volar para sacar de la línea el disparo de Márquez en un saque de falta. No merecía esa parada que Juanma anotase al recoger el rechace. Tuvo deferencia el jugador del Malagueño y la mandó fuera, muy a su pesar.
El trencilla, que pasó medio partido más pendiente de protestas y banquillos que de observar lo que pasaba en el juego, hizo su show al final del encuentro, expulsando por protestas (nada del otro mundo) al entrenador de los locales y deteniendo el juego tanto como pudo para que el descuento pasase sin grandes sobresaltos para él. Se firmó así el reparto de puntos.
