El tiempo en: Aljarafe
Viernes 08/11/2024
 

Trópico de letras

Una tierra, una familia, un futuro

Me estoy poniendo un poquito pesada con el tema, lo reconozco, pero es que el triángulo EEUU, Rusia, China, me puede, me interesa, me intriga y me preocupa...

Publicado: 13/03/2023 ·
11:35
· Actualizado: 13/03/2023 · 11:35
  • G20. -
Autor

Mari Loli Romero López

Maestra y escritora. Colaboradora en revistas internacionales. Dos libros publicados y cinco pendientes de publicación

Trópico de letras

Este blog trata de opiniones diversas sobre un mundo diverso

VISITAR BLOG

Dale que te pego con la vuelta de la burra al trigo. Me estoy poniendo un poquito pesada con el tema, lo reconozco, pero es que el triángulo EEUU, Rusia, China, me puede, me interesa, me intriga y me preocupa. Y no digamos, la guerra de Ucrania.

“Una tierra, una familia, un futuro”, éste (por fin puedo poner la tilde al pronombre, pero sería otro tema para hablar largo y tendido en otro artículo) fue el lema que el G20 utilizó en las reuniones ministeriales celebradas en Nueva Delhi (India) los días 1 y 2 de este mes de marzo, donde de nuevo, el país más poderoso del mundo, EEUU, quedó determinado nuevamente como un país belicoso.

Como no podía ser menos, uno de los temas allí planteados fue la guerra de Ucrania y como viene siendo habitual, EEUU presionando a Rusia. Y China, por su parte, promocionando planes de paz, los cuales fueron rechazados por Occidente, como era de esperar. El gobierno norteamericano y los países occidentales pretenden que China condene a Rusia por la guerra y por eso ha sido denunciada gravemente. Pero esta nación es más partidaria de calmar los ánimos, en vez de excitar y enardecer. Se mantiene neutral, con una posición, en mi humilde opinión, justa, interpretada y entendida así, igualmente por Ucrania, pero el imperialista sigue con su finalidad de que la guerra sea alargada. Su plan de desintegrar y enflaquecer a Rusia para saciar sus intereses militares e industriales sigue adelante, y a qué alto precio, las vidas de ambos países, Rusia y Ucrania. Washington sigue imputando a la potencia asiática de intentar proveer de armas a Rusia. Creo que actualmente, EEUU, como sus aliados, actúan de una manera imprudente e injusta: siguen ahí las presiones existentes entre China y Taiwán, la inculpación de que el coronavirus se escapó de un laboratorio de Wuhan (lo aseguró Christopher Wray, director del FBI), por poner algunos ejemplos...

Pienso que el G20, en vez de para tantas acusaciones, tantas presiones y manipulaciones, podría ser utilizada como una importante tarima que promocione los diálogos de paz, pero sería muy importante también que las BRICS se tuvieran en cuenta, pues podrían suponer un equilibrio para esa narrativa occidental, tendrían mucho que decir para conseguir la paz, para que el conflicto no se alargue en el tiempo y deberían aprovechar el ahogo económico que se está produciendo en Occidente por el sostén militar y financiero a Ucrania, con los consiguientes problemas internos que tenemos que aguantar los occidentales.

A pesar de todo, habría que destacar dos aspectos positivos de las reuniones del G20 en marzo: que aunque no se llegó a un consenso en las mismas, sí se consiguió reunir a los dos representantes de las partes implicadas, a Anthony Blinken, secretario de Estado de EEUU y a Serguéi Laurov, ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, que, aun cuando sea difícil que se avance más allá, parece un logro este hecho. Y por otra parte, es positivo, que se considere un paso atrás, la expulsión de Rusia del grupo, como fue expulsado del G8.

Y para finalizar, yo me quedo con el planteamiento sobre la paz que propuso China, presentado en Pekín, el 24 de febrero, resumido en estas doce premisas: respetar la soberanía de todos los países; abandonar la ideología de la Guerra Fría; resolver la crisis humanitaria; promocionar las exportaciones de cereales; amparar a los civiles y prisioneros de guerra; finalizar las sanciones unilaterales; acabar con las enemistades y agresiones; conservar la seguridad de las centrales nucleares; reemprender las conversaciones por la paz; disminuir los riesgos estratégicos; proporcionar las exportaciones de cereales; conservar sólidas las cadenas industriales y de suministro y fomentar la restauración postconflicto. Ojalá dicho planteamiento sobre la paz sea aceptado y se cumplan todas las premisas, por la Tierra, por la Familia, por el Futuro...

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN