Mirando al cielo en todo momento y muy “honrada” y “orgullosa” de que la estela “de amor y arte” que dejó su madre Lola Flores, la jerezana más universal, siga tan presente casi tres décadas después de su marcha. Así se mostraba este lunes Rosario Flores minutos antes de recoger el título de Hija Predilecta de la Provincia de Cádiz a título póstumo en el año del centenario de su nacimiento.
Antes de comenzar el acto institucional en el Palacio de Congresos, Rosario firmaba en el Libro de Honor y hablaba a los medios de lo “ilusionada” y “nerviosa” que afronta la cuenta atrás para la apertura del Museo de Lola Flores en Jerez, su tierra natal, el próximo 31 de marzo. “Al Museo voy a llevar todas las medallas que le han dado. Va a ser un acto muy bonito, algo que ella quería", señalaba.
Ya en el escenario, agradecía a los gaditanos este nuevo reconocimiento hacia su madre. “Cádiz estoy emocionada, sé que mi madre está desde arriba está viéndonos: ella tenía su espinita de que se había ido sin ser Hija Predilecta, pero ella era andaluza desde los pies hasta la cabeza, y ella era de Andalucía. Ella hablaba de Andalucía con una pasión y con amor y con una alegría. Era irrepetible y no habrá ninguna otra como Lola Flores”, señalaba tras resaltar el “arte de esta tierra que da artistas ejemplares”. “Mi madre desde arriba está bailando por bulerías y diciendo: ole mi tierra, y yo voy a llevar su sangre y su arte por todo el mundo entero. "¡Viva Lola Flores, nunca habrá nadie igual!”, decía para despedirse ovacionada por el público.