Dos linces ibéricos han muerto este martes 4 de abril por atropello en dos carreteras del entorno próximo a Doñana, tal y como han denunciado desde Ecologistas en Acción, ha sido alertada de estos sucesos y ha reclamado al presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, que se implique "con más contundencia" en la conservación de esta especie protegida en peligro de extinción.
Se trata, por una parte, de una hembra joven muerta por atropello en la carretera de Huelva a Mazagón, la N-442, en la zona del Paraje Natural Lagunas de Palos y las Madres, un área de vital importancia para esta especie porque se encuentra a medio camino de las marismas de los ríos Tinto y Odiel y las marismas del Guadalquivir. Por otra parte, el otro ejemplar es un macho adulto muerto en la carretera de Hinojos a Villamanrique, la A-481, frente a la residencia de mayores de Hinojos, en el mismo punto negro donde murió atropellado otro ejemplar en enero de 2020, cinco ejemplares en 2022 y otro el 8 de marzo de este año.
Para Ecologistas en Acción, estas muertes evidencian la ineficacia de las medidas adoptadas por la Junta de Andalucía para la permeabilización de todas las carreteras y caminos agrícolas asfaltados para la fauna, especialmente, para la fauna protegida, como lo es el lince ibérico, con las máximas garantías de seguridad vial para las personas. Esta medidas, que son las previstas en el marco del LIFE17 NAT/IT/000464, llamado Life Safe-Crossing, está dotado con 4 millones de euros y compartido por Andalucía con Italia y Grecia para la protección de osos y lobos en esos países, además de nuestro lince ibérico. Las medidas consisten básicamente en tres tipos de actuación: diversas instalaciones de innovadores sistemas AVC-PS de prevención de atropellos y barrera virtual, paneles de información vial y actuaciones de conservación, comunicación y difusión.
Los mencionados sistemas AVC-PS consisten en "elementos disuasivos con señales acústicas y luminosas destinados a alertar al animal y evitar que cruce la calzada en el momento que pasa un vehículo"; los paneles de información vial "tienen como objetivo atraer la atención de los conductores sobre el peligro de los accidentes de tráfico relacionados con atropellos de la fauna silvestre" y para su diseño "se han utilizado técnicas de neuromarketing" con el fin de garantizar un cierto nivel de seguridad sobre su eficacia sin tener que hacer pruebas previas.
Ecologistas en Acción recuerda que ni siquiera el LIFE 19NAT/ES001055, llamado Life Lynx Connect, del que es beneficiaria y coordina la Junta de Andalucía, es eficaz frente a los atropellos de lince, pues contiene una sola medida descrita como "corrección de puntos negros de alta prioridad para que los cruces de carreteras sean seguros en las zonas de conexión, así como monitoreo de la efectividad de esas estructuras de corrección para mantener valores aceptables de muerte no natural por atropellos", cuya implementación tampoco ha dado resultado positivo alguno, según la organización ecologista.
En 2020 murieron 12 linces atropellados en Doñana; mientras en fueron al menos seis los linces muertos por atropello durante 2021 y ocho en 2022. A fecha de hoy ya son cuatro los ejemplares atropellados en la comarca durante lo que va de 2023, uno de los cuales no murió. Con ello, para ecologistas en Acción, se evidencia que el efecto de todas estas actuaciones es nulo. "Ninguna es eficaz, a la luz de los resultados obtenidos, que es la misma mortandad que en años anteriores a su aplicación", lamentan.
Por todo ello, Ecologistas en Acción pide al presidente de la Junta de Andalucía que se implique seriamente en la conservación de este felino único en el mundo, más allá de las sueltas de ejemplares criados en cautividad. Además, solicita que coordine a las dos consejerías competentes, la de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda y la de Medio Ambiente, Sostenibilidad y Economía Azul, y que se coordine con el Gobierno de España para enfocar sus esfuerzos conjuntamente y con carácter de urgencia en la corrección de todos los puntos negros de las carreteras andaluzas con medidas disuasorias más eficaces, como señalización mejor adecuada a los requerimientos de protección del lince ibérico y barreras físicas que impidan sobrepasar la velocidad permitida, así como sanciones con carácter efectivo, proporcionado y también disuasorio.
