De hecho, durante todo el 2008 la población reclusa se había mantenido estabilizada entre los 1.815 y los 1.870 presos, incluso durante el pasado verano, una fecha en que se suelen producir más ingresos como resultado de la Operación Paso del Estrecho. La razón de este equilibrio ha sido el traslado periódico de internos a las nuevas cárceles de Puerto III -casi un centenar a finales del pasado año- o a Morón, en Sevilla.
Por contra, fuentes penitenciarias comentaban semanas atrás que los traslados diarios de reclusos desde Alhaurín de la Torre (Málaga) o Ceuta -hasta tres o cuatro internos al día- dificultaban el descenso de la población reclusa.
No obstante, en los últimos tiempos se han dado, según Francisco Márquez, “las circunstancias adecuadas” para que las cifras bajen de los 1.800. Por un lado, este último mes se ha llevado a cabo el traslado de 40 internos al recientemente inaugurado centro penitenciario de Morón. Por otro, se ha producido la salida en libertad de un buen número de presos que se encontraban en régimen de preventivos.
Condicionales
Efectivamente, fuentes cercanas al ámbito penitenciario dieron cuenta de que este mes de diciembre se ha registrado “un aumento considerable” en las concesiones de libertades condicionales por parte de la Sección VII de la Audiencia Provincial, con sede en Algeciras.
Este aumento, que según las fuentes consultadas “es muy habitual en estas fechas”, habría dado lugar a la aplicación de estas medidas de libertad controlada hasta a 12 acusados en un sólo día.
En otro orden de cosas, se espera que a finales de diciembre o principios de enero se den por finalizadas las obras del Centro de Inserción Social de Botafuegos, que dará cabida a entre 200 y 300 presos en situación de tercer grado penitenciario y libertad vigilada.
Con ello, se permitirá, según explicó en su día Francisco Márquez, un descenso significativo en la superpoblación del centro penitenciario.