La Capilla de la Asunción, la primera puesta al culto en la Catedral de Cádiz, será objeto de una actuación encaminada a su restauración de manera inminente ante el “riesgo de colapso” en algunas zonas. Las obras, que comenzarán en unos días con la instalación del andamiaje, se alargarán durante unos cinco meses, y están previsto que concluyan en el último trimestre del año.
Los arquitectos Venancio González y Francisco José Ladrón de Guevara, responsables del proyecto, han explicado en rueda de prensa que las afecciones detectadas en la capilla se deben a la humedad “por capilariedad” ascendente por los paramentos. Dicha humedad, con la aplicación de aceites y barnices a lo largo de la historia, dan un aspecto “ennegrecido y afeado” al zócalo, rojo y negro, en todo el templo, y han provocado, asimismo, la oxidación del anclaje de hierro de diversos elementos como el retablo de mármol de la capilla de la Asunción, causando, a su vez, “un dislocamiento de piezas” que amenaza con desprendimiento de algunas piezas. Las consecuencias son ostensibles, han apuntado, en el remate del retablo de la virgen.
La obra prevé, por tanto, trabajos de consolidación mecánica y estructural y de limpieza con un coste de 100.000 euros que aporta en su totalidad el Cabildo Catedral. El deán, Ricardo Jiménez, ha aprovechado su intervención para solicitar la “colaboración de nuestra sociedad, tanto por parte de instituciones privadas como públicas”, para la conservación de la seo, dado que, además, se llevarán a cabo la restauración de las torres la instalación de sensores de humedad en el interior del templo.
El ecónomo del Cabildo Catedral, Francisco Granado, ha incidido en este extremo al advertir de que “si no fuera por los (ingresos por las visitas de los) cruceristas”, el templo “se caería solo”. Por ello, ultima un portal web que facilitará, asimismo, la donación de particulares.