El candidato de CS a la Alcaldía, Miguel Ángel Aumesquet, llega a la recta final de la campaña electoral con las encuestas situándole fuera del Consistorio de Sevilla, aunque considera que los sondeos se han convertido en un “medio de provocación del voto, de mediar y manipular, para marcar dónde está el voto útil, cuando el voto útil es el de Ciudadanos”.
No esconde la tesitura en la que está su partido ante estas elecciones municipales y preguntado en Noticias 7 Sevilla si supone un match ponit (punto de partido) para su formación asegura que “no sé si será un match-ball para Ciudadanos, un set-ball, seguro”, señalando que tras las municipales es “necesario que se quede una red que aguante este proyecto moderado, liberal, de centro”.
Para Aumesquet hay un “viento de hartazgo” hacia “cómo gestionamos los políticos” y la tendencia a la polarización, a llevar a los extremos, de bloques, “que se da de Despeñaperros para arriba, hay que evitar que llegue aquí, porque no es nuestro estilo ni nuestro carácter”, en referencia a los andaluces y a los sevillanos.
De hecho, ante la posibilidad de que pudieran arañar votos para ser clave, apuntó: “Esperemos que vayamos a ser esenciales y evitar la ingobernabilidad” que a su juicio implicaría que se reprodujera aquí el Gobierno central con el PSOE y Unidas Podemos o estar bajo el “yugo paleolítico de Vox”.
“No tenemos líneas rojas, sólo naranjas”, afirmaba, apuntando que “exigiremos más o menos” dependiendo del resultado electoral. Sus exigencias pasarían por eliminar privilegios políticos: sacar a los políticos de las direcciones generales, fuera los coches oficiales, las tarjetas sanitarias privadas de los ediles y revisar el sueldo de los delegados. “No puede ser que ganen 78.000 euros igual que gana un ministro, es un poco improcedente”.
“PP o PSOE, no es nuestra línea roja”, zanjaba al ser preguntado por si apoyaría a uno u otra, señalando que han demostrado en la Junta “que nos hemos sentado y lo hemos hecho bien”, al igual que en múltiples ayuntamientos.
Volvió a apelar, en materias como la limpieza, a que sean profesionales los que gestionen. “No sólo son más efectivos, es más gestión y organización, somos la tercera ciudad más sucias y también la séptima que más gasta, todo es gestión, gestión y gestión”.
En movilidad, reflexionó sobre el hecho de que, como con el Metro, son proyectos de largo plazo, no de cuatro años. “Hace falta planificación, hasta ahora hay una foto” y lo relacionó con la “deuda histórica” del Gobierno central con Sevilla, que cifró en 3.000 millones, “con PP y PSOE gobernando” y sin hacer el anillo de la SE-40, el cercanías al aeropuerto o la red de cercanías.
Sobre los pisos turísticos, lamentó que Sevilla haya “muerto de éxito” por falta de gestión y de profesionalidad que ya afecta a la propia identidad de la ciudad y a sus vecinos, con problemas de gentrificación, subidas de precios y alquileres, o que el 30% de los veladores son ilegales.
Así, su primera medida será establecer una unidad de intervención e inspección que “en seis meses retire todo aquello que sea ilegal” mientras apeló a que se limiten los pisos turísticos con el decreto que prepara la Junta, “pero no por cuatro años”, ya que a su entender podría provocar un “efecto llamada” como lo está haciendo ya la Ley de Vivienda nacional, “que hay cola” para que autoricen los pisos como turísticos en vez de para alquilarlos.
