Estas elecciones, inicialmente previstas para otoño, se adelantaron tras la muerte del anterior jefe de estado, Lech Kaczynski, fallecido en un accidente aéreo el pasado diez de abril, en el que también perdieron la vida los 95 personas, en su mayor parte miembros de la elite política, social y económica del país.
TVN24 atribuye a Komorowski el 45% de los votos, mientras que su principal rival, el conservador Jaroslaw Kaczynski, hermano gemelo de Lech Kaczynski, habría logrado el 33%.
Por su parte, la cadena pública TVP indica que el liberal habría obtenido el 41% de los votos, mientras que Kaczynski habría rozado el 36%.
De confirmarse ambos pronósticos, ninguno de los diez candidatos que aspiraban a la presidencia polaca habría conseguido superar el 50% de los votos, lo que hace necesario acudir a una segunda vuelta, prevista para el próximo cuatro de julio, en la que ya sólo se medirán los dos más votados ayer: Komorowski y Kaczynski.
Aunque los candidatos liberal y conservador son ambos católicos practicantes, defensores de los valores familiares y tradicionales, otros muchos factores les alejan políticamente.
El hermano gemelo del anterior presidente, Jaroslaw Kaczynski, ha basado su campaña en llamadas a la solidaridad ante los desastres nacionales y en un mensaje nacionalista ante la UE, mientras que Komorowski ha defendido el diálogo, la plena integración en Europa y la moderación.
Según los resultados de las encuestas a pie de urna difundidas tras el cierre de los colegios electorales por las dos cadenas de televisión, el tercer candidato más votado habría sido el líder de la izquierda polaca, Grzegorz Napieralski, con entre el 13 y 14% de los escrutinios, seguido del monárquico independiente Korwin Mikke, que superaría ligeramente el 2%.
Los datos difundidos confirman la elevada abstención registrada a lo largo del día, con un índice de participación que habría estado en el 52,3% según TVN24, y en el 54% según TVP.
Los residentes de algunas comarcas polacas afectadas por las riadas acudieron ayer a votar en vehículos anfibios y, aunque muchos han perdido sus casas en las inundaciones, no quisieron perder la oportunidad de ejercer su derecho al voto en unas elecciones de las que saldrá el futuro presidente de Polonia.
“Mi granja se ha hecho pedazos, pero a pesar de eso voy a votar”, explicó una vecina del municipio de Wilki.