El poder creativo de la inteligencia artificial (IA) puede convertir a esta tecnología en una herramienta capaz de acercar el arte a las personas con discapacidad, y derruir las barreras sensoriales o físicas que actualmente dificultan su acceso.
Algunos especialistas esperan que la IA reduzca los obstáculos en dos ámbitos distintos: por una parte, facilitando la creación artística de las personas con discapacidad, y por la otra, a la hora de mejorar la accesibilidad de este colectivo en las instalaciones de museos y exposiciones que a menudo les resultan hostiles.
"Sus principales dificultades son que las obras en sí no son accesibles para las personas con discapacidad visual, por ejemplo, y que los museos no están adaptados para que ellos puedan entender la información que les guía durante todo el proceso de experimentación y disfrute de una obra", detalla en una entrevista con EFE el artista visual y experto en inteligencia artificial, Manuel Delgado.
Durante esta semana, Delgado imparte una conferencia en la Escuela de Liderazgo Femenino, unas jornadas formativas para chicas estudiantes de toda Europa que, hasta el viernes, se reúnen en València para aprender sobre temas vinculados con la digitalización.
Por primera vez, llega a España esta academia itinerante impulsada por la empresa tecnológica china Huawei, con el objetivo de que las estudiantes reciban una formación integral en asuntos que van desde la ciberseguridad hasta el propio uso de la inteligencia artificial en el mundo del arte.
La directora de esta Escuela de Liderazgo Femenino, la española Berta Herrero, defendió en declaraciones a EFE que una tecnología como la IA "se puede usar para el bien común" y para "acompañar a las personas con discapacidad y promover que sean partícipes integrales de la transición digital", también en su vertiente artística.
Los sistemas de IA, por ejemplo, pueden facilitar la traducción de texto a voz para la creación de audioguías y, aunque el experto Manuel Delgado señala que esta tecnología todavía no está muy afianzada en los museos, él vaticina que de cara al futuro va a servir para "actualizar sistemas que ahora ya funcionan pero que con IA serían más eficientes".
"Imagínate que a la audioguía le añades un sensor de movimiento que sabe donde está una pared o donde hay que girar: no solo podría indicar las obras, sino también el camino, y eso cambiaría la experiencia en el museo de una persona con discapacidad visual, porque ya no sería necesario que tuviese una persona dependiente de ella para poder explicarle la exposición", señala Delgado.
A juicio de este experto, la IA también puede ser capaz de acercar la música a las personas con sordera, ya que podría "captar sonidos de una canción y reproducirlos mediante vibraciones que alguien toque o sienta".
Además, la aparición de nuevos programas como Midjourney, que crean imágenes por ordenador mediante la IA basándose en indicaciones de voz o texto, abre oportunidades para que, según Delgado, también las personas con movilidad reducida puedan dibujar, aunque el uso de estos sistemas tecnológicos abre el debate sobre los límites del arte.
"Una persona que no puede mover sus brazos porque tiene algún tipo de discapacidad motriz no puede pintar cuadros ni hacer esculturas, pero sí que sabe lo que quiere crear", defiende Delgado.
Sea como sea, una encuesta reciente, impulsada en 2021 por la plataforma Europe Beyond Borders, llegó a la conclusión de que el 87 % de las entidades artísticas de 40 países de Europa no contaron con ningún artista con discapacidad para sus exhibiciones o festivales.
Por ello, Delgado apuesta también por la vía de la concienciación y reclama un "cambio de perspectiva" al conjunto de la ciudadanía, a fin de "facilitar que las personas con discapacidad estén representadas en todas las actividades que hacemos".
"No somos lo suficientemente conscientes, y no es que seamos culpables de ello. Si hemos sido criados en una sociedad en la que no éramos conscientes de lo diferente hasta que hemos sido mayores, las cosas las haremos pensando en las personas similares a nosotros, que no se ven limitadas por una ceguera o una sordera", argumenta.
Justamente, con el ánimo de sacudir la conciencia del público general, Delgado está diseñando un proyecto que aspira a presentar a lo que él denomina como "espectador mayoritario" recreaciones de obras de arte en la forma como la percibe una persona ciega, con símbolos en braille incluidos que el destinatario no llega a entender.
El objetivo, zanja este experto en IA y artista visual, es que "la sensación de extrañeza al ver la obra permita una mayor empatía y una concienciación de las dificultades" que en el día a día afrontan las personas con discapacidad.