Marco R., el ciudadano italiano encarcelado por la muerte de su expareja Paula, de 28 años, en una vivienda de Torremolinos (Málaga), ha confesado su crimen ante una médico forense y ha relatado que le asestó dos puñaladas durante un forcejeo.
Marco R. está en prisión desde el pasado mes de mayo por la muerte de Paula y posteriormente reconoció haber asesinado a la joven italo-albanesa Sibora Gagani, desaparecida en 2014 y cuyos restos fueron hallados tras una doble pared que levantó su expareja y presunto asesino.
Según avanza este lunes el diario Sur y han confirmado a EFE fuentes cercanas a la investigación, el investigado se ha entrevistado con la médico forense del Instituto de Medicina Legal (IML) de Málaga que lo evaluó en Torremolinos y le ha asegurado que dio dos puñaladas a Paula tras un forcejeo, a pesar de que la autopsia apuntaba a una docena de puñaladas.
Según la versión dada por Marco a la forense, el día de los hechos, el pasado 17 de mayo, Paula y él empezaron a discutir por celos y ella le dijo que él se tenía que marchar de la casa que compartían en Torremolinos, para lo que tenía preparadas unas bolsas.
Marco explicó a la forense durante su entrevista, realizada el pasado 20 de mayo, que en una de las bolsas había un cuchillo de cocina, que había cogido a un compañero de trabajo unos días antes, y que Paula le tiró la bolsa y cayó el cuchillo al suelo. Según su relato, ella cogió el cuchillo y él se lo quitó, momento en el que hubo un forcejeo y le asestó dos puñaladas.
El acusado declara ser consumidor de alcohol, drogas y otras sustancias y padecer problemas mentales aunque la forense, en sus conclusiones, afirma que no presenta alteraciones de sintomatología psíquica aguda ni un cuadro de descompensación de su patología por lo que no afectan a su imputabilidad. Marco asegura ser bebedor y consumidor de cocaína a diario mezclado con anabolizantes y esteroides en general, y mantiene que antes de los hechos llevaba varios días consumiendo y bebiendo y se había pinchado testosterona.
Además, argumenta que estaba diagnosticado en Italia de esquizofrenia y sociopatía y que relató que estuvo ingresado en un hospital psiquiátrico en Italia por alucinaciones y episodio maníaco en 1996 ó 1997. El acusado está incluido en el Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género, conocido como VioGén, por dos relaciones anteriores, una de ellas incluso con medidas cautelares.