Al margen de los últimos preparativos de su boda con Tamara Falcó, para la que solo quedan cuatro días, Íñigo Onieva está en el ojo del huracán mediático por el intento de robo del reloj que le regaló la marquesa de Griñón por su compromiso, que a punto estuvo de sufrir recientemente.
Según 'Estado de Alarma', el empresario se encontraba realizando unas compras en la madrileña calle Serrano cuando se percató de que un misterioso motorista le seguía. Aunque en un principio no le dio importancia porque pensó que se trataba de un paparazzi, fue al darse cuenta de que el hombre no tenía cámara cuando se preocupó porque le pudiese atracar y robarle la exclusiva joya valorada en más de 50.000 euros que su novia le regaló durante su pedida de mano el pasado abril.
Íñigo habría entrado en una tienda a refugiarse y habría llamado a un amigo policía, que le habría aconsejado que no abandonase el lugar hasta pasados unos minutos y que al hacerlo no llevase el reloj en la muñeca. Afortundamente todo quedó en un susto, ya que cuando el ingeniero salió del establecimiento el presunto ladrón se había ido.
Una información que de ser cierta no haría sino dar fuerza a la teoría de que su enlace está 'gafado' y sobre la que Onieva se ha pronunciado por primera vez. Lejos de desmentir este rocambolesco amago de robo, se ha limitado a dejar claro que no tiene "nada que comentar", dejando en el aire si tuvo miedo a que le sustrajesen su exclusivo regalo de compromiso. "Estoy muy bien" se ha limitado a asegurar, revelando así que por el momento, y a 96 horas de su boda con Tamara, los nervios están más que controlados.