Un equipo de investigación de las universidades de Huelva, Zagreb en Croacia y Saskatchewan de Canadá, el Instituto de Investigación Médica y Salud Ocupacional croata, la Academia Polaca de Ciencias y el Parque Nacional Tatra en Polonia ha comprobado en el pelo de osos pardos que los metales pesados presentes en sus hábitats alteran sus niveles hormonales. Los resultados de los análisis realizados confirman que estos cambios pueden influir en su correcto desarrollo y su capacidad reproductiva.
Los metales como el cadmio, mercurio, arsénico o plomo pueden afectar al sistema endocrino que regula la función reproductiva en vertebrados. Llegan a los animales por acumulación en la cadena alimentaria. Sin embargo, existen pocos estudios sobre su impacto en las hormonas y en el estrés que pueden causar en grandes carnívoros, como el oso pardo", según ha informado Fundación Descubre en una nota.
En este sentido, ha apuntado que en décadas pasadas, las poblaciones comenzaron a descender en muchas regiones del mundo debido, fundamentalmente, a la pérdida de hábitat, la caza y otros factores humanos, pero desde la protección legal de grandes carnívoros, entre los que se encuentra el oso pardo, las poblaciones en Europa "se están expandiendo, aunque aún siguen afectadas por estos problemas".
En esta línea, los investigadores han querido conocer cómo afecta a su desarrollo reproductivo la presencia de metales pesados en el ambiente, plasmando los resultados de su trabajo en el artículo 'Stress and reproductive hormones in hair associated with contaminant metal (loids) of European brown bear (Ursus arctos)', publicado en la revista Chemosphere.
En el estudio, han tomado el pelo de los osos como referencia, ya que es un marcador de sustancias tanto externas, las que se consumen, como internas, las que origina el propio organismo. En él quedan acumulados y fijados muchos compuestos.
"Su análisis ofrece datos cuantitativos de las hormonas que producen y de los niveles de metales a los que se han visto expuestos. Esta información puede compararse según distintos momentos de desarrollo del animal, su condición física o su sexo. Así, hemos confirmado que estos contaminantes afectan los niveles de hormonas reproductivas (progesterona y testosterona) y de la hormona del estrés (cortisol)", ha indicado la investigadora de la Universidad de Huelva Nuria Selva, autora del artículo.
El estudio ha contado con muestras de pelo de 46 osos pardos de Croacia y 27 de Polonia. Entre ellos, se analizaron animales vivos y otros encontrados muertos. A partir del pelo, cuantificaron las concentraciones de cortisol, progesterona y testosterona, evaluando también factores ambientales y biológicos para conocer los posibles efectos de los contaminantes.
Entre los resultados, los expertos destacan la asociación entre la presencia del mercurio con niveles altos de testosterona, lo que puede influir directamente en los ciclos de reproducción de las hembras. Además, relacionan la edad con una menor concentración de esta hormona en presencia del plomo, lo que podría retrasar la maduración sexual o inhibir en cierta medida el impulso y motivación para reproducirse o competir por parejas.
Por otro lado, también han observado que los altos niveles de cortisol y bajos de progesterona influyen en un peor estado físico del animal, lo que sugiere que intervienen en el desarrollo del crecimiento y la salud.
Los expertos abren una nueva vía de investigación para conocer la influencia de estos contaminantes ambientales en las variaciones reproductivas y de desarrollo de los osos pardo y contribuir al mantenimiento y aumento de las poblaciones en Europa. De esta manera, proponen ampliar el número de muestras y núcleos familiares y obtener nuevos datos en los que se diferencie el sexo y las edades de los animales.
La investigación se ha financiado mediante el proyecto europeo 'Gestión a nivel de población y conservación de osos pardos en el norte de las Montañas Dináricas y los Alpes' (Life Dinalp Bear) y otros trabajos enmarcados en el proyecto 'HUNT' del séptimo Programa Marco, 'Globe', del Programa de Investigación Polaco-Noruego, 'BearHealth' del Programa Marco Horizonte 2020 y el Ministerio de Ciencia y Educación de la República de Croacia.