La mayoría de los ahogamientos de niños se dan en piscinas privadas

El Grupo de Socorrismo de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) ha pedido una mayor supervisión de los niños cuando se encuentren en las piscinas, donde tienen lugar el mayor número de ahogamientos entre los más pequeños, especialmente a la hora de la sobremesa.

En un comunicado, Semes ha alertado del problema de salud pública que suponen los ahogamientos, la tercera causa de muerte no intencional en España, y ha advertido de que el 80 % de estos accidentes se concentra en los meses de verano (junio, julio, agosto y septiembre).

Un total de 169 personas (147 hombres y 22 mujeres) han fallecido por ahogamiento en espacios acuáticos españoles en el primer semestre de este año, 29 más que en el mismo periodo de 2022, según el informe de la Federación Española de Salvamento y Socorrismo.

Semes calcula que esta cifra puede aumentar a 400 víctimas anuales y ha elaborado un documento con 12 preguntas y respuestas, basadas en la evidencia científica que busca fomentar la conciencia y activismo ciudadano para prevenir el ahogamiento en cualquiera de sus circunstancias.

En él advierte de que los niños más pequeños (hasta los 4 años) se ahogan frecuentemente en piscinas, principalmente particulares, por falta de supervisión y durante la sobremesa -entre las 15 y 18 horas- mientras que los adolescentes suelen ahogarse en entornos naturales, como playas, pantanos y ríos.

Piden promover en la escuela la enseñanza de las normas de seguridad acuática, el conocimiento de las banderas del mar y la identificación de las situaciones de riesgo, al igual que se hace con la seguridad vial, y adquirir la competencia para realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP).

También recomienda clases de natación desde corta edad para adquirir habilidades acuáticas básicas y nociones de seguridad acuática y escribir con los niños las normas de uso de la piscina doméstica, así como adquirir un cerramiento lo suficientemente seguro para impedir el acceso a la piscina.

En las piscinas comunitarias recomienda la contratación de socorrista, aunque la legislación no obligue a ello, y un reglamento de uso colectivo en el que no se permita el acceso a niños pequeños sin supervisión.

Asimismo, pide que se denuncien actitudes imprudentes o incumplimientos de normas de seguridad y convivencia en espacios acuáticos, como bañarse con bandera roja.